Escribe Pablo Busch
En reclamo de reparación de vías y mejoras en la comunicación.
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Desde la mañana del lunes 2 de diciembre, la totalidad de los ferrocarriles de la zona metropolitana fueron afectados por una medida de fuerza de los maquinistas de La Fraternidad. Por el llamado “trabajo a reglamento”, los trenes circulan a no más de 30 kilómetros por hora. Varios servicios fueron demorados o cancelados, por lo que los medios de comunicación han realizado una fuerte cobertura contra la huelga. La protesta tiene como objetivo reclamar mejoras en las vías, reparaciones en las unidades y mejoras en la señalizacion y en la comunicación.
En un comunicado intitulado "Emergencia ferroviaria", La Fraternidad explicó la protesta que se está llevando a cabo y que tendrá una duración de 24 horas. Es decir, hasta hoy al mediodía el servicio de los trenes funcionaran con esta modalidad. "Estamos frente a una de las peores crisis ferroviarias. Nuestros trenes necesitan reparaciones con urgencia. Las vías deben tener obras para seguridad y confort. Y los sistemas de comunicación y señales deben ser actualizados". Durante el día, estaciones terminales clave como Constitución, Retiro y Once mostraron carteles informando sobre la protesta.
La medida es una respuesta tácita al proceso judicial que se lleva adelante por el choque del Ferrocarril San Martín el 10 de mayo de este año. De todos los responsables del accidente, los únicos procesados son los maquinistas. Como ocurrió en la tragedia de Once, los primeros acusados son siempre los trabajadores: “El juez Ercolini procesó a seis ferroviarios por el choque de trenes en Palermo del ferrocarril San Martin -que dejó más de 900 heridos- y los embargó por más de 150 millones de pesos. Sobre los responsables políticos y jerárquicos no hay siquiera una investigación. El juez Julián Ercolini consideró que hubo una cadena de “imprudencias” que derivaron en el accidente” (ver https://politicaobrera.com/13060-por-el-accidente-ferroviario-de-palermo-no-procesan-a-la-casta-sino-a-seis-trabajadores). La causa verdadera del accidente es el desguace de la infraestructura del ferrocarril, de la señalizacion y de la comunicación, por lo que quienes deberian ir al banquillo de los acusados son quienes gestionaron el ferrocarril en los últimos años, no los trabajadores.
La Fraternidad es parte de la Mesa del Transporte que llevó adelante un paro contra el Gobierno el 30 de octubre pasado. El paro en los trenes lo hicieron los choferes de La Fraternidad, a pesar del acuerdo explícito de la Unión Ferroviaria con la agenda privatizadora de Milei-Caputo. A partir de ese paro, la Mesa del Transporte se deshilachó al calor de las negociaciones de la CGT con el Gobierno, y el acuerdo de Milei con los sindicatos aeronáuticos, que pactaron una “paz social” aceptando salarios a la baja y reformas del convenio. El punto final de ese proceso fue la renuncia de Pablo Moyano a la CGT.
La medida de hoy de los ferroviarios de la Fraternidad se realiza en forma aislada, por fuera de la CGT, la Mesa del Transporte y de la UGATT. El desguace del ferrocarril es la orientación maestra del gobierno de Milei. Es acompañada por el conjunto de la burocracia sindical ferroviaria, que busca asociarse a una posible privatización y al negociado del remate de los terrenos. La medida de fuerza de la Fraternidad, aunque es ultralimitada, se diferencia de la complicidad con el Gobierno de los demás sindicatos ferroviarios y de la CGT.