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El Gobierno ha procedido al despido anticipado del actual director del Museo Histórico Nacional, (MHN), Gabriel Di Meglio, quien ocupaba el cargo desde 2020. El 30 de junio se comunicaron desde la Subsecretaria de Patrimonio Cultural, a cargo de Liliana Barela, para anunciar a Di Meglio que su contrato como director cesaría el 31 julio. La remoción de su cargo fue justificada como una decisión del poder ejecutivo, ya que Di Meglio realizó declaraciones públicas sobre la situación en la que se encuentra el conjunto de los museo nacionales, en resumidas cuentas, asfixiados presupuestariamente. Desde Nación sólo pagan la luz y los salarios, lo demás se sustenta con entradas o donaciones de los “clubes de amigos” de los museos. Esta fuerte denuncia precipitó que el lunes 8 de julio, vía llamada telefónica, Di Meglio fuera despedido ipso facto.
Ante esta situación, Di Meglio organizó una última visita guiada en el interior del museo para el sábado 12. Esta iniciativa recogió un fuerte apoyo entre la población, sobre todo de académicos, investigadores y del ámbito de la museología.
La intervención del Museo de Historia Nacional debe ser vista desde dos ángulos. El primero, que aparece a simple vista, es el disciplinamiento de los directores y funcionarios que protesten contra el ajuste y de ahí para abajo hacia los trabajadores. Por otro lado, es la férrea campaña de propaganda discursiva y cultural que desarrolla el Gobierno, desde la intervención de Paka-Paka, el cambio del nombre del CCK, el ataque a las Ciencias Sociales dentro del CONICET y las universidades, la persecución de los docentes y estudiantes de todos los niveles educativos señalados de “adoctrinadores”.
La interventora María Inés Rodríguez Aguilar es la actual Directora Nacional de Museos y ya ha cumplido la mismo función en 2001, cuando se intervino el museo por casos de violencia laboral al interior del MHN. El Gobierno ya ha intervenido otros museos, como es el caso de la Casa Histórica de Tucumán -colocando al frente del Museo Nacional de la Independencia a José María Posse, de vínculos con la Libertad Avanza de la provincia- y la Casa Natal de Sarmiento en San Juan, donde Lucía Gonzáles fue nombrada directora. A estos hay que sumarles las intervenciones en el Palacio San José en Entre Ríos y la Casa del Encuentro en San Nicolás y el cierre del Museo del Traje.
Las intervenciones del gobierno se apoyan en la falta de concursos para cargos directivos en los museos durante la gestión de los Fernández, así como en la inexistencia de una oposición de estos directivos para enfrentar al gobierno con un frente decidido. Incluso con su despido consumado, Di Meglio mismo llamó a claudicar: “el despido es parte del juego”, dijo ante un millar de concurrentes el sábado 12 de julio en las puertas del MHN. Desde Política Obrera le planteamos a Di Meglio realizar una campaña de denuncia de la intervención, por su restitución y por la organización de concursos públicos con jurados independientes para los cargos interinos de todas las instituciones.