Tiempo de lectura: 5 minutos
El triunfo del “socialista democrático” Zohran Mamdani a la alcaldía de Nueva York ha abierto interrogantes en todos los medios internacionales acerca de su perspectiva.
Los partidos del FIT-U en Argentina han dicho lo suyo sobre este asunto. En su cuenta social de X, Myriam Bregman del PTS se propone leer el triunfo de Mamdani “en clave internacional”, o sea en apoyo al candidato y a su política. Asegura que “lo nombré en decenas de entrevistas durante la campaña” en oposición a una supuesta posición conformista (el peronismo) “que nos dijeron que todo giraba indefectiblemente a la derecha”. Fue el propio PTS, sin embargo, quien calificó el retroceso del FIT-U como una “buena elección” debido al “clima conservador” en que se dio la elección (Bregman incluso habló de “la derechización que estamos viviendo en la Argentina y en el mundo”). En realidad, Bregman y el PTS apoyan políticamente a Mamdani, un “socialista democrático” que no tiene por objetivo una revolución socialista. Miembro del Partido Demócrata, uno de los dos partidos del imperialismo norteamericano, es una expresión de la colaboración de clases que recorre a la llamada izquierda en numerosos países, como el FIT-U en Argentina.
Para Bregman, el triunfo de Mamdani refutaría “que los programas y propuestas políticas 'se discuten después de las elecciones'”, como habría sostenido el peronismo, ya que “las necesidades sociales que sí requieren debatir la construcción de viviendas, la gratuidad del transporte, así como el genocidio en Palestina, todas cosas que Mamdani enunció en su campaña”. Pero esas “necesidades sociales”, “enunciadas” en el campo de una acción electoral, no pueden ser satisfechas fuera de una organización de la lucha de clases, cuando Mamdani nunca ha ido más allá de la acción legislativa. El emparentamiento de Bregman con el candidato del PD es un formidable pronunciamiento a favor del electoralismo, hacia el que marcha sin descanso el PTS. Bregman caracteriza a las elecciones neoyorquinas por el protagonismo político minimalista de Mamdani, y no por la irrupción de las masas, que deberán superar al candidato para conquistar sus objetivos. Pasando en limpio, Bregman asegura que el peronismo podría haber levantado el programa de Mamdani, que ella reivindica. Bregman y el PTS le reclaman al peronismo la ausencia de un Mamdani, como sí lo tiene el PD de EEUU, con una “izquierda democrática” que milita en sus filas.
El PTS ha publicado numerosos artículos con esta visión seguidista y apologética del flamante alcalde de Nueva York. Allí aseguran que está garantizado un escenario de choques entre Mamdani y la cúpula del Partido Demócrata, sin aclarar que ese choque ya lo ha iniciado la cúpula desde antes de estas elecciones, al punto que sus dirigentes principales se negaron a llamar a votar al candidato de su propio partido, y que Mamdani ha respondido a este boicot con el nombramiento de un “equipo de transición” (asume en enero próximo) integrado por mujeres identificadas con la dirección del Partido Demócrata. Bregman oculta que los “socialistas democráticos” que precedieron a Mamdani en este ascenso político han sido serviciales al imperialismo desde el primer día de la elección; es el caso de la diputada nacional Alexandria Ocasio-Cortez, y antes de ella del ‘abuelo’ (no inscripto) de esta corriente, Bernie Sanders.
El PTS pronostica además un giro a la izquierda de todo el partido Demócrata, quien acaba de consagrar como gobernadora del estado de Virginia a una exCIA. Citando a su organización en Estados Unidos (Left Voice) asegura que nuevas figuras del Partido Demócrata “pueden tener que reorientar su relación con la lucha de clases (sic)” y que “el Partido Demócrata podría verse obligado a cambiar de rumbo (…) orientándose más hacia la clase trabajadora y sus instituciones”, un camino que “corre el riesgo (RIESGO!) de avivar las llamas de la lucha de clases” (LID, 2/11).
En otro artículo, el PTS advierte que “dado que los demócratas —incluso su sector más progresista— se niegan a romper profundamente (sic) con el capitalismo y, en cambio, buscan 'reformarlo' (sic), son incapaces de ofrecer otra cosa que no sea un retorno al status quo de dominación y gobierno capitalista sobre la clase trabajadora y los oprimidos” (LID, 5/11). El PTS se cubre las espaldas, prevé una cosa y la contraria, siguiendo un popular dicho del comediante Groucho Marx.
La versión de Izquierda Socialista es que Mamdani “no solo representa un cambio generacional sino además un avance de la centroizquierda en la polarizada política estadounidense, desplazando a la vieja guardia demócrata derechizada y con afinidad por los programas neoliberales” (IS, 6/11). Para este partido, “su abrumadora victoria representa un hecho insólito que podría impulsar el avance de propuestas democráticas, de izquierda y socialistas en otras partes del país”. Es por eso que la organización internacional de Izquierda Socialista considera que “sería un gran paso que DSA (Democratic Socialist of America) abandonara el Partido Demócrata para construir un gran partido independiente de izquierda y de la clase trabajadora. El triunfo de Mamdani y el prestigio de su figura sería un gran aporte en esa perspectiva”. Un partido de trabajadores bajo la iniciativa de la pequeña burguesía de un partido imperialista es un claro planteo contra la clase obrera. Lo que une a IS con los DSA es el apoyo a la OTAN en la guerra europea. En definitiva, un partido de la OTAN dentro de la izquierda y el movimiento obrero.
El aparato del PO ha elegido la otra vereda. Para este grupo, Mamdani contó con “el apoyo del aparato partidario mayoritario”, como lo demostrarían “los llamados telefónicos del expresidente Obama, que desempeña el rol central en la vida del Partido Demócrata, además del respaldo de la gobernadora del Estado, la demócrata derechista Kathy Hochul, entre muchos otros” (Prensa Obrera, 5/11). Todo esto es falso. Estos ‘gestos’ de apoyo tuvieron lugar al final de la campaña, cuando la victoria de Mamdani se veía inevitable; salieron a cooptar al liderazgo de un movimiento de masas que les es hostil. El aparato del Partido Demócrata se negó a apoyar a Mamdani hasta último momento, e incluso las figuras más importantes no la han hecho nunca, como Hillary Clinton o Chuck Schumer, Jefe del bloque parlamentario. La victoria de Mamdani es el resultado de un movimiento de masas, al que hay que llevar del camino electoral a la acción directa contra los Biden y los Trump del imperialismo norteamericano. Como el aparato del PO es incapaz de desarrollar una polémica que no sea faccional, precisamente de aparato, se coloca en el polo opuesto de sus socios en el Frente de Izquierda Nacional y Popular – como bautizaron al Interbloque que han formado con el kirchnerismo en el Congreso, con esa finalidad. La experiencia política del aparato del PO en el FIT-U se parece, como dos gotas de agua, con el resto. El PO sostiene que “La elección [municipal], en especial durante su tramo final, se 'nacionalizó'”. Es exactamente lo inverso de lo que hizo el PO. Mientras Mamdani usó su campaña municipal para atacar a Trump, Gabriel Solano hizo lo contrario en las recientes elecciones en Argentina – advirtió a los electores que la elección era solamente legislativa, no nacional, con la intención de atraer votos peronistas que se sentían condicionados por “una polarización nacional”. Este oportunismo electoral es suficiente para decir que Zohran Mamdani está a la izquierda de los Solano y los Pitrola.
Derrota aplastante de Trump en Nueva York Las puertas que abre la victoria de Zohran Mamdani. Por Jorge Altamira, 05/11/2025.
Derrota política de Donald Trump (y Netanyahu) Zohran Mamdani se come la Gran Manzana. Por Rafael Fernández, 05/11/2025.
El martes próximo Nueva York elegirá un alcalde “socialista democrático” La elección de Mamdani pone de relieve la polarización social. Por Rafael Fernández, 31/10/2025.
