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La noticia de la semana fue que Rappi inauguró el Índice Rappi, demostrando que desde noviembre de 2024 a noviembre del 2025 el aumento de repartidores fue del 252 % pasando de 40.000 repartidores a más de 150.000 en todo el país.
El crecimiento del trabajo a través de Apps (aplicaciones) ha crecido producto de la recesión económica, el industricidio y los despidos. Según un informe realizado por El Destape (02/12), desde agosto de 2023 hasta agosto de 2025 se perdieron 276.000 puestos de trabajo, en ese sentido, las apps como Rappi han sido una fuente de ingresos para los trabajadores desempleados. Sumado a esto, las apps también han sido la fuente de pluriempleo que los trabajadores utilizan para poder llegar a fin de mes, frente a los salarios de miseria que les ofrecen las patronales y la baja en las paritarias.
Rappi, como la mayoría de aplicaciones de delivery, no ofrece el pago de prestaciones sociales -es decir, obra social, jubilación, aguinaldo, vacaciones pagas, etcétera-, ya que los trabajadores de las aplicaciones no figuran como trabajadores en relación de dependencia, sino como monotributistas. Además, por las condiciones en las que trabajan los repartidores están expuestos a todo tipo de peligros. Tan solo hace algunos meses, el 28 de agosto, los trabajadores de las Apps de delivery en José C. Paz se movilizaron debido a un hecho de violencia que terminó con un repartidor recibiendo un disparo. Nuestra compañera, Natalia Bello, acudió a la movilización y mostró cómo la patota de Ishii agredía a los repartidores movilizados. Pero este es uno de los hechos de violencia de los que se tiene registro en el año, otro de ellos ocurrió el 31 de enero de este mismo año, donde Lucas Aguilar, un repartidor, fue asesinado a puñaladas por defender a un vendedor ambulante en Moreno.
Por otro lado, el aumento de trabajadores en estas aplicaciones ya ha generado también conflicto entre los repartidores que más tiempo llevan utilizando la app para obtener ingresos. En septiembre, repartidores se movilizaron a La Plata, donde están las oficinas de Rappi, para exigir que se ponga un freno al registro de repartidores nuevos ya que las comisiones estaban bajando. Además, se exigió el pago del bono de lluvia, que se eliminen los pedidos de montos bajos llamados ‘’pedidos de 900$’’, aumentos de tarifa y en contra de los pagos injustos que la empresa justificaba bajo la excusa de que a los repartidores le quedaba cerca el lugar de envío. En esa ocasión, un repartidor señalaba que de hacer entre $30.000 a $45.000 diarios con la app, ahora apenas llegaban a hacer $20.000.
Con el aumento de repartidores en la App, aumenta a su vez la precarización laboral. El coeficiente de Alcance de Pedido Promedio creado por la Fundación Encuentro revela que, para llegar al costo de la canasta básica, un repartidor tiene que hacer en total 461 pedidos mensuales, lo cual implica aproximadamente 15 pedidos por día bajo el pago promedio por pedido de 2554 pesos a día de hoy. La profundización de la crisis en Argentina y los despidos que se vienen aumentarán este número, en la medida en que siga creciendo la cantidad de repartidores que se registran y completan pedidos.
Frente a la destrucción de las condiciones de vida de la clase obrera, los repartidores deben organizarse para lograr que se le reconozcan todos los derechos laborales que se les han negado desde que la App apareció en el país.
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