Docentes de CABA: paremos y movilicemos masivamente el 4 de octubre

Escribe Darío Molinari

Tiempo de lectura: 2 minutos

El próximo martes 4 de octubre, la docencia porteña protagonizará una nueva huelga activa, con movilización. Luego de una masiva adhesión al paro del 22 de septiembre pasado, en las escuelas y colegios creció la conciencia de que es necesario redoblar la apuesta y los esfuerzos para quebrar el intento del gobierno de la Ciudad de profundizar la reforma de nuestro Estatuto y forzar a la docencia a trabajar los días sábados.

La decisión de continuar la lucha fue expresada en los mandatos docentes y en las intervenciones de los presentes en la asamblea de Ademys y en el plenario de delegados de UTE, que se desarrollaron el 29 de septiembre. En estas instancias, se impuso por mayoría el paro de 24 horas con movilización conjunta con otros sectores educativos. Otra importante cantidad de docentes se había pronunciado en los mandatos por un paro de 48 hs, con movilización. Tanto en el plenario como en la asamblea también se votó el apoyo a la lucha de los trabajadores del Sutna, que en ese momento se encontraban en huelga por tiempo indeterminado.

La huelga docente se abre paso en medio de un brutal ajuste por parte del gobierno y en el marco de las luchas estudiantiles. El presupuesto educativo, entre 2016 y 2022, pasó de 211 mil millones de pesos a 169 mil millones, sin descontar los efectos de la inflación. Este recorte es lo que mantiene los salarios docentes por debajo de la línea de pobreza y afecta directamente al estudiantado, con un recorte del 30% de las becas estudiantiles y la falta de viandas. Contra esa política de ajuste, los y las estudiantes secundarios han resuelto en asambleas las tomas y pernoctes en los establecimientos educativos y la docencia darle continuidad a las medidas de fuerza.

Estas luchas, también, levantan cabeza contra las reformas educativas que colocan a los y las estudiantes como mano de obra gratuita para empresas que tienen convenio con el gobierno de CABA. En el caso de la docencia, se trata de profundizar la reforma laboral. En mayo pasado, con los votos del oficialismo se impuso, en una Legislatura vallada y con represión, una reforma en nuestro Estatuto que le liberó las manos del gobierno para modificar nuestro convenio colectivo, creando cargos de ascenso cuya elección es cuestionable y modificando nuestro régimen de licencias.

Conclusiones

Larreta y Acuña han calificado las luchas que emprenden docentes y estudiantes como medidas orquestadas por grupos minoritarios, opositores y de izquierda. Además de ser un intento por desprestigiar las medidas frente a la opinión pública, se autoengañan. Es que estas luchas marcan una irrupción de los trabajadores y estudiantes en un cuadro de ajuste y ante la necesidad de debatir una salida política. Es por esta razón que el gobierno se dispone a quebrar esta intervención intentando criminalizar las tomas, a través de denuncias penales y demandas civiles a las familias.

La movilización del día 4 debe ser el puntapié inicial para transformar las luchas en curso en una huelga educativa. Esa será una respuesta contundente al ajuste y al intento de Larreta y Acuña de criminalizar la protesta.

Impulsemos asambleas por escuelas, colegios y distritos para debatir la continuidad de la lucha, luego del parazo que tendrá lugar este 4 de octubre.

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