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La patronal japonesa de Bridgestone despidió injustificadamente 8 trabajadores de la planta de Lavallol el día 22 de marzo. Conocidas estas desvinculaciones, los trabajadores realizaron una asamblea en el turno mañana y votaron un paro de 24 horas.
La reacción de la patronal frente a las pésimas condiciones laborales denunciadas por los trabajadores, y validadas por el ministerio de trabajo, fue arremeter contra un sector del activismo. Estas medidas de disciplinamiento de cara al resto de los trabajadores forma parte del plan de guerra de la multinacional japonesa, plan que viene desatando desde el cierre de las paritarias y con el claro objetivo de retomar el control político de la planta.
En un comunicado que recibieron los trabajadores, en el mismo momento que se producían los despidos, la empresa Bridgestone intentaba vincular los despidos con las malas prácticas laborales de los despedidos como ser “incumplimiento de las normas de seguridad e higiene, impuntualidad, presentismo, etc.”. Renglón seguido, invita a los compañeros de los despedidos a que ingresen los CV de sus “referidos”, ya que Bridgestone es una empresa de “oportunidades”. El incumplimiento de seguridad e higiene es de la propia patronal cuando obliga a los trabajadores a someterse a jornadas extensas con temperaturas mayores a las permitidas y sin ningún tipo de descanso con refrigeración.
La reacción obrera no se hizo esperar. Los trabajadores del turno mañana realizaron una asamblea al mediodía y votaron un paro de actividades por 24 horas y no descartan seguir con las medidas hasta retrotraer la medida de la patronal.
No hay que dejar de lado, en un análisis más general, que este cuadro de despidos se da en momentos en que la patronal cambió la forma en que paga el premio a la producción (eliminando la base para recibir el premio). Es decir, intentar desarticular la organización sindical, mediante despidos de activistas y amedrentamiento al resto de los trabajadores de la planta, forma parte de un plan más general que tiene como objetivo ir a fondo con la flexibilización laboral en Bridgestone. Siempre la patronal ha respondido con despidos frente a los reclamos de los trabajadores; fue lo que pasó en enero, por ejemplo, cuando los trabajadores de la planta iniciaron los reclamos por la eliminación del premio a la producción y los descuentos compulsivos por el impuesto a las ganancias (mal calculados).
En las puertas de una hiperinflación, que tiene como objetivo preparar las condiciones para liquidar las conquistas obtenidas por los trabajadores a través de sus luchas en décadas pasadas, enfrentar cada uno de los despidos y el intento de avanzar con la flexibilización laboral requiere una movilización general de todo el sindicato del neumático. Las asambleas realizadas en Bridgestone encontrarán un punto de apoyo en la deliberación de los activistas del resto de las fábricas del neumático.
Abajo los despidos y la flexibilización laboral en Bridgestone, apoyemos las acciones que se vienen.
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