CFK propone lo que ya hizo: dedicar el superávit comercial a pagar deuda externa

Sus adversarios advirtieron con demora la propuesta de Cristina Kirchner de pagar la deuda pública con un porcentaje del superávit comercial. Enseguida la apabullaron con gruesos epítetos, sin reconocerle que en casi cuatro años de gobierno ese planteo sirvió para dilapidar 45.000 millones de dólares -el excedente de los años 2021/2- y encima aumentar la deuda en varias decenas de miles de millones de dólares.

Las críticas en cuestión rebosan de hipocresía, porque es eso exactamente lo que proponen los críticos. El reclamo de una megadevaluación, por parte de banqueros, economistas, FMI y el Tesoro de Estados Unidos, apunta precisamente a crear un elevado superávit comercial que, en algunos cálculos, permitiría saldar la deuda pública en dólares (legislación extranjera) en 20 años. ¿En qué se diferencian de la posición de la vicepresidenta? Obviamente, en la dimensión de lo que debería ser el monto de ese superávit comercial. Un tema a negociar.

Lo que no ha sido advertido, al menos por el momento, es el carácter colonial de la propuesta de CFK. Para que cumpla su cometido de pagar la deuda pública, el superávit comercial debería dejar de ser una meta política del gobierno para pasar a ser supervisado por un comité de acreedores y deudores, con reglas definidas. El planteo debería tener un carácter contractual. Quedaría establecido, en ese caso, un supragobierno del capital internacional y de la legislación extranjera. Es lo que está ocurriendo ahora con el famoso “cupón del PBI” que Néstor Kirchner ofreció como un “edulcorante” a los acreedores, en 2005. La manipulación del PBI por parte de Guillermo Moreno, para evitar el pago del cupón, es objeto ahora de litigio en los tribunales de Nueva York, que ganarán otra vez los acreedores a expensas del Tesoro y de los contribuyentes de Argentina.

En el siglo XIX, se impuso en varios países de América Latina un método similar al que expuso CFK en su “clase magistral”. Para asegurarse el cobro de la deuda, las potencias europeas impusieron el control de las aduanas, cuyos ingresos o recaudaciones iban en primer lugar al pago de la deuda extranjera. Pero, repetimos, los críticos de la Vice son los primeros en impulsar su propuesta: una megadevaluación que revalorice la deuda externa a partir de un superávit comercial excepcional. Y también repetimos: en 2021/2, fue rifado un enorme superávit comercial para pagar intereses del FMI, intereses de la deuda privada y los intereses de las deudas provinciales y de organismos públicos, que quedaron al margen de la renegociación del exministro Guzmán.

Argentina asiste, hoy, a una estafa monumental, perpetrada en todas sus etapas por el kirchnerismo. El “desendeudamiento” de 2011/5 consistió en el pago de la deuda externa con dólares de Anses, a cambio de bonos adquiridos al ciento por ciento de su precio. Esos bonos son vendidos ahora por Massa-CFK al 25 % de aquel valor de compra, en el mercado de Contado con Liquidación. Los críticos deberían elevar una estatua al kirchnerismo, no castigarlo con vituperios.

LEER MÁS:

Argentina no atraviesa una crisis económica sino una estafa financiera colosal Por Jorge Altamira, 29/04/2023.

CFK en La Plata: vamos con Massa y el FMI, joder Por Marcelo Ramal, 28/04/2023.

El gobierno kirchnerista confisca 35 mil millones de dólares de fondos estatales para rescatar la deuda pública Massa, una candidatura cada vez más cara. Por Jorge Altamira, 23/03/2023.