La disputa por la hidrovía

Escribe Lucas Benedetto

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En el viaje de Massa a China, entre los acuerdos comerciales y financieros que se debatieron, se incluyó a la Hidrovía. Si bien los medios no dejaron trascender los detalles del debate, se supo que China insistió con que el Gobierno vuelva a abrir la licitación durante el segundo semestre (El Economista, 1/6). Hay varias empresas interesadas. En 2021 venció la concesión y desde entonces la Administración General de Puertos (AGP) administra y gestiona la Vía Navegable Troncal, aunque subcontrata a la empresa belga Jan de Nul para el dragado y, desde el año pasado, a la local EMEPA para el balizamiento.

Por la Hidrovía circula más del 80% de las exportaciones argentinas, cuyo principal destino es la gran nación asiática. El gobierno chino tiene un claro interés estratégico en asegurarse esta vía de sumunistros. Desde hace tiempo viene realizando fuertes inversiones en el negocio agroexportador local. En 2014, la estatal China National Cereals, Oil & Foodstuffs (Cofco) compró el 51% de las acciones de Nidera y de Noble Agri por 2.800 millones de dólares. En el 2016, China National Chemical Corporation (ChemChina) compraba Syngenta, una gran proveedora de insumos para la agricultura, que luego se fusionó con SynoChem para cotizar en la Bolsa de Shanghai.

Por otro lado, China viene también disputando el control de puertos: controla uno en Lima, Buenos Aires; y otro en Timbúes, Santa Fe, donde también existe una planta de procesamiento de soja y elaboración de biodiesel. A estas terminales se le agregan las de Quequén y Río Paraná. La Terminal 5 del Puerto de Buenos Aires sigue bajo la órbita de Bactssa (Hutchinson Ports), también de origen chino, aunque su operatoria se encuentra detenida y judicializada por un recurso de amparo, con sus 800 operarios suspendidos del pincel.

La cuestión de la Hidrovía condensa una serie de problemas ´geopolíticos´. EEUU ha puesto el ojo en la injerencia china y ha vetado que se quede con la concesión. Es una carta que ha exhibido en las negociaciones que mantiene Massa con el FMI. Se suma Europa, que se encuentra en búsqueda de nuevas fronteras comerciales frente al desacople que supone el comercio europeo con Rusia producto de la guerra mundial de la OTAN. China ha inscripto a la hidrovía en el tramo latinoamericano de la Ruta de la Seda. Por ese canal circularán también el litio y el níquel. La forma que adquiera finalmente la licitación, por lo tanto, afectará en mayor o menor medida a los futuros acuerdos con el FMI o China. El avance de China en el mercado local encuentra un freno, por ahora, en el control que ejerce Jan De Nul (apoyado por EEUU) sobre la Hidrovía. Del lado de los trabajadores la salida es otra: la nacionalización de la operación y mantenimiento de la Hidrovía, y todos los puertos, bajo control de los trabajadores, la indexación mensual de sus salarios en oposición a las paritarias por terminal portuaria que lleva adelante la Federación Portuaria (FEMPINRA) junto con el pase a planta permanente y el fin de la tercerización y flexibilización laboral del conjunto de los trabajadores portuarios.

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