Merlo: la ola de inseguridad y la Asamblea Constituyente

El miércoles 7 y el jueves 8 de junio pasados, vecinos del Barrio El Palomo cortaron la ruta provincial 21 a la altura de Cadelago reclamando “seguridad” y que se haga presente en el piquete el comisario de la Comisaría 4º.

Los trabajadores denuncian un boom de diversos tipos de robos en la zona. Los más frecuentes son los robos en moto durante todo el día. En el piquete se entabló un debate acerca de hacia dónde dirigir el reclamo, si hacia el poder político (Intendencia) ó hacia la Comisaría 4º. Muchos vecinos plantearon que la ola de delitos va de la mano del crecimiento del narcotráfico y de la carencia total de servicios públicos como el alumbrado. Al caer la noche, los barrios populares del distrito están a oscuras.

El 12 de junio, fueron los trabajadores precarizados de las aplicaciones Rappi y Glovo quienes se movilizaron a la Municipalidad de Merlo en reclamo de seguridad, como ya lo habían hecho en otras ocasiones. Exigieron reunión con Karina Menéndez, intendenta interina. Desde el gobierno municipal respondieron que no serían recibidos y, ante esta respuesta, los trabajadores resolvieron cortar Av. Rivadavia frente a la estación de Merlo. En el piquete, denunciaron que son objeto de permanentes robos y que en la última semana “le robaron las motos a más de 4 repartidores”.

El robo y asesinato ocurrido en el centro de San Antonio de Padua el 9 de junio, en horas de la madrugada, debe inscribirse en este cuadro más general de inseguridad que sacude al distrito de Merlo. Según la crónica policial, los delincuentes que entraron a la vivienda de los empresarios, Izzo y Pettinari, estuvieron dando vueltas por la zona un largo rato, fueron captados por las cámaras de seguridad del Municipio y ningún móvil policial los identificó. La huida de los delincuentes, luego de una balacera infernal, se hizo sin mayores problemas a pesar de que a 5 cuadras de allí está la Comisaría 2º de Merlo. Según diversas fuentes judiciales y periodísticas el auto en el cual se trasladaron los delincuentes es propiedad Walter Sierra, un puntero ligado al ex intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro de JxC. Ayer se conoció que el arma encontrada en la pizzería regenteada por Mac Dougall, inquilino de Sierra, es el arma homicida. Dougall es un lúmpen, condenado en 2018 por narcotráfico, con fuertes vínculos con Sierra y el PRO.

La ola de inseguridad es agitada en los medios hegemónicos para llevar agua al molino de una política de mano dura. En épocas de elecciones, los hechos de seguridad son manipulados por las fuerzas políticas patronales para plantear reformas que endurezcan el código penal. Lo cierto es que el reforzamiento del aparato de seguridad y la baja de la edad de imputabilidad, es lo que se ha venido haciendo sin tener resultados a la vista sino incluso agravando la situación. Justamente, el hilo conductor que une a todos los hechos de inseguridad en el distrito es, sin lugar a dudas, las zonas liberadas que son denunciadas en forma sistemática por los vecinos afectados. El desarrollo del delito es inviable sin la complicidad de las fuerzas de seguridad, el propio Estado y su personal político.

El problema de la seguridad debe ser motivo de discusión de los trabajadores. De un lado operan los niveles ascendentes de pobreza, miseria y adicciones. Del otro lado, un estado en descomposición, con el aparato policial, judicial y político que funciona como organizador de este delito. Política Obrera, plantea de cara a las elecciones, el llamado a una asamblea constituyente libre y soberana, con poder de ejecución, que emprenda el desmantelamiento del aparato de seguridad y justicia corrompido por el delito y los intereses capitalistas y lo remplace por funcionarios electos y revocables ante la población. De otro lado, la asamblea constituyente debe tomar como primera medida la elevación del salario mínimo al costo de la canasta familiar y su indexación mensual, además del reparto de las horas de trabajo entre la población ocupada y desocupada. Un gran plan de obras públicas que reordene y desarrolle una urbanización acorde con las necesidades de los trabajadores también es necesario en este sentido. Estas primeras medidas elementales tienen como objetivo inmediato elevar material y moralmente las condiciones de vida de los trabajadores y comenzar a revertir la tendencia decadente que el régimen social capitalista quiere imponer a la clase obrera.

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