El gasoducto Néstor Kirchner viene con un tarifazo bajo del brazo

Escribe Lucas Benedetto

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Habían pasado pocas horas desde que Sergio Massa anunciara que Argentina iba a pagarle todo al FMI “para no volver más”, cuando medios especializados en cuestiones energéticas revelaron el contrato entre Enarsa y Cammesa bajo el cual la última le pagará a la primera un contrato en dólares por el transporte de gas que lleva el gasoducto Néstor Kirchner.

El contrato, entre las empresas que administra el Estado, por un lado Enarsa (Energía Argentina) y por el otro Cammesa (la empresa que administra el mercado mayorista eléctrico), establece un período de 35 años en dólares constantes y sonantes. Este gas, el de Vaca Muerta, reemplazará al gas que actualmente se importa (como el gas licuado que llega al puerto de Bahía Blanca) y permitiría un ahorro de 4.200 millones de dólares.

El anunciado ´ahorro´, caballito de batalla de la campaña electoral del ministro de Economía, se contrapone con la tarifa (ahora legalmente dolarizada) que Cammesa tiene que pagar y ya se anuncia el traslado de estos costos a las boletas de las empresas minoristas, es decir, un traslado directo a los trabajadores. Los beneficios siderales que Paolo Rocca levantó por la construcción del gasoducto -en función del cual se estableció un régimen de superxplotación laboral en la planta de Siat Tenaris de Valrentín Alsina- serán cubiertos ahora por el traslado directo a los usuarios.

Alberto Fernádez (y Massa) tomaron el programa de Macri: se establece un régimen de dolarización tarifaria para el mercado mayorista durante los próximos 35 años por lo menos, en vísperas de una devaluación. La mitad de la población argentina recibirá un aumento que alcanza casi al 150% respecto de la última boleta de luz. El “ahorro nacional” tiene por destino “pagarle todo” al FMI.

El próximo 9 de julio, fecha de prevista para la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner, marcará también la entrada en vigencia del nuevo contrato en dólares entre Enarsa y Cammesa. La dolarización tiene por objetivo blindar las ganancias de la burguesía nacional que operará el gasoducto NK (Transportadora Gas del Sur) y las de ´la patria contratista´ en la construcción de los tramos restantes del gasoducto.

Un gobierno de los trabajadores llevaría adelante la expropiación sin pago del conjunto del sistema energético nacional, destinando ahora si, “el ahorro soberano” a un plan de obras públicas que tenga como objetivo satisfacer las necesidades de los que viven de su salario.

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