Lácteos Vidal: el conflicto se empantana, a pesar de los fallos favorables

En las últimas horas, dos grandes novedades salieron a la luz sobre el conflicto en Lácteos Vidal, la empresa de Carlos Casares que despidió a 29 trabajadores por adherir a una huelga: la justicia laboral embargó las cuentas de la empresa para pagar los astreintes a los trabajadores – la multa judicial que cada día debe abonar la empresa por no cumplir con la reincorporación dictada por la justicia. En respuesta a esto, el Movimiento Empresarial Anti Bloqueo (MEAB) convocó a una manifestación este viernes al juzgado para defender la posición de Lácteos Vidal y reclamar contra las actuaciones del juez.

El caso de Lácteos Vidal ha sido utilizado por los miembros de la patronal y de algunos medios de comunicación para desenvolver una agenda fascistizante contra el derecho de huelga de la clase obrera. Esa agitación presentaba la acción huelguística de los trabajadores en reclamo de mejoras salariales del año pasado como un bloqueo mafioso que buscaba quebrar a una pyme y convertirla en una cooperativa. Sobre esa agitación se han montado un sinfín de pronunciamientos de políticos patronales de la oposición: Larreta, Bullrich, Macri, etc.

La patronal aparece enrolada en un supuesto "Movimiento Empresarial Anti Bloqueos" que busca desarrollar una acción coordinada antihuelguistica, recogiendo las viejas tradiciones de la burguesía nacional. Este movimiento empresarial reviste un carácter casi clandestino, en tanto no es conocido por nadie. La Inspección General de Justicia, le había negado la inscripción como ente civil. Según Perfil "El grupo había establecido como objetivo principal ayudar a “aquellos que resulten ser víctimas de bloqueos sindicales extorsivos y/o víctimas de cualquier ‘accionar delictivo’ que implique la paralización de la actividad empresarial y/o laboral y/o la imposibilidad del libre ejercicio del comercio, industria o servicio a los principios de libertad económica e iniciativa privada”."

El caso es que, a pesar de contar con un fallo vigente de reincorporación hace más de dos meses, los trabajadores despedidos siguen afuera. El cobro de las compensaciones judiciales, así como un fondo de huelga surgido de la solidaridad de los otros trabajadores lecheros, no termina de resolver el impasse del conflicto: la patronal hace meses que ha reemplazado a los trabajadores en sus puestos originales y rechaza cumplir el fallo judicial. La empresa apunta a torcer el brazo de los trabajadores en el plano judicial donde, además del juicio por las reincoporaciones que se lleva adelante en el fuero laboral, la empresa tramita una demanda penal contra los despedidos. Nada garantiza que los fallos, hasta aquí favorables a los trabajadores, no se reviertan en instancias de revisión.

La posición de Atilra, que representa a los trabajadores de Lácteos Vidal, es evitar entrar en otra ronda de luchas y procurar la reincorporación de los trabajadores en el plano judicial. Para evitar que triunfe la agitación fascista de la empresa y del Movimiento Empresarial, los trabajadores no deberían votar por la oposición derechista encarnada especialmente por Patricia Bullrich, sino por las listas de Unión por la Patria, que algunos dirigentes de Atilra apoyan públicamente. La estrategia de Atilra encamina la lucha de los trabajadores hacia un callejón sin salida: esperar la resolución de la justicia del capital paraliza a los trabajadores, además de que últimamente los fallos judiciales en instancias de revisión terminan siendo antiobreros. En última instancia, la empresa hasta podrá apelar a la Corte Suprema, cuyos fallos en materia laboral son la columna vertebral de la reforma laboral en ciernes. En el plano electoral, la conformación de las listas de Unión por la Patria ha reunido en su seno a tantos o más personeros de la agenda antiobrera contra la cual los dirigentes de Atilra reclaman el voto, empezando por el candidato presidencial.

Colocar el desenlace de la huelga en los estrados de la justicia de la burguesía y en las perspectivas electorales de la lista de un gobierno en picada es una derrota asegurada para los trabajadores de Lácteos Vidal. Un paro nacional de todos los trabajadores lecheros está planteado objetivamente. Es necesario convocar una movilización de todos los trabajadores de Moctezuma, Carlos Casares, de Junin, Pehuajó y todos los pueblos aledaños a la fábrica para bajarle los humos a la agitación facistoide de la patronal y lograr la reincorporación definitiva.

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