Litio: el kirchnerismo propone “consensos sociales” para entregar el litio

La crisis política desatada en Jujuy a partir de la rebelión docente, luego devenida en rebelión de trabajadores y comunidades contra la reforma constitucional, pareció replantear la cuestión de la explotación de los recursos naturales. Lo que hay, en realidad, es una pelea de rapiña ulterior entre camarillas políticas, cuando la mayoría del reparto ya está prácticamente consumado. Las concesiones se vienen otorgando desde hace más de una década.

En una nota en Página/12, el presidente de Y-Tec y de la división YPF Litio, Roberto Salvarezza, se definió en favor de los “consensos sociales” como una alternativa de diálogo a la represión llevada a adelante por el gobernador Gerardo Morales, pero evitó decir una palabra acerca del rol del capital minero en esta crisis. El mismo Salvarezza estuvo entre quienes vetaron el ascenso del fallecido doctor Andrés Carrasco en la UBA, debido a que investigaba, en 2009, la incidencia negativa del glifosato en embriones. O sea que tiene un curioso prontuario de ‘consenso social’. Para su legajo, Salvarezza reivindicó la trayectoria ’consensual’ de YPF en materia minera, “en acuerdo”, dijo, “con las comunidades”, y el “desarrollo de ciudades y al desarrollo humano”.

No dicen, sin embargo, lo que opinan las comunidades mapuche y los vecinos del territorio en el que se emplaza Vaca Muerta. Mientras los primeros aún reclaman los relevamientos de titularidad de tierras, los segundos, trabajadores de las petroleras, reclaman obras de infraestructura urbana en la vecina Añelo, una ciudad que carece de agua y, contradictoriamente, energía para iluminarse y calentarse. Los consensos a los que alude el mencionado se limitan a informar, sin incluir a los afectados en la toma de decisiones.

El kirchnerista que reivindica a la ciencia contra la ofensiva macrista, evitó referirse a lo que interesa: ¿qué hacer con el litio? Rechazó modificar la soberanía del subsuelo de las provincias a la Nación, con el pretexto de que requiriría una reforma constitucional para lo cual no hay “acuerdos”. Una discusión de estas características, criticó, sería enroscarse en discusiones inútiles mientras “el litio se va”. En realidad, la reforma del ´94, que vino a consolidar la prerrogativa de las provincias sobre los recursos naturales, tuvo entre sus mayores promotores al kirchnerismo, que se consideraba dueño del subsuelo de Santa Cruz. CFK era constituyente y, como fuerza política, gobernante en Santa Cruz. Los Kirchner eran los principales interesados en legalizar los derechos provinciales sobre el petróleo, privatizado dos años antes. Salvarezza dijo también que prefiere los acuerdos con las provincias para desarrollar la “industrialización del litio”, por medio de YPF, en el área de producción de baterías.

El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, ha advertido un nicho del negocio con el litio, instalando en la Provincia a las ´startup´ de producción de baterías de litio. La planta de baterías de litio instalada en nuestro país, todavía sin inaugurar, es una planta piloto, muy por detrás de Bolivia por ejemplo. Esta planificada para abastecer a algunas centrales de energía renovables, que son minoritarias en el sistema nacional, y a algunos pueblos. La instalación de esta planta ha llevado arduas negociaciones con China para la provisión de maquinaria. China, la mayor productora mundial de baterías, no quiere competidores. El desarrollo de la cadena de producción del litio, implica una confiscación de los recursos naturales por parte de los capitales mineros, incluidos los petroleros.

“El desarrollo industrial” es una engañifa para ocultar una política de acuerdos con capitales extranjeros que se apropiarán de la mayor parte del valor agregado de la producción. CFK ha evitado aludir al lobby minero detrás de la crisis política en Jujuy para no ganarse la enemistad de los gobernadores de las provincias vecinas. De otro lado, la incidencia del capital financiero internacional en empresas como Livent, la mayor productora de litio, fusionada con Allkem, ha puesto la explotación del “Oro Blanco” en la mesa de la deuda pública, en cuanto las inversiones podrían realizarse con títulos de deuda de muy difícil refinanciación. Los acuerdos entre Massa, estas empresas y los gobernadores, también buscan abrir una puerta de entrada a la “burguesía nacional minera”, los Vila-Manzano. La guerra de la OTAN acentúa la presión del imperialismo sobre los recursos mineros, que son una materia prima vital en la producción de armas.

La explotación de los recursos naturales, incluido el agro, orientada a “proveer de energías y alimentos al mundo”, es compartida tanto por UxP como por JxC. El planteo de que las inversiones proveerán los dólares para pagar la deuda pública, debe entenderse al revés: la aceptación de la deuda pública como valor de inversión, será el ‘incentivo’ para la explotación minera. Esto explica en buena parte la suba de las cotizaciones de la deuda internacional de Argentina, en medio de un cuasi hiperinflación.

La inversión minera ‘orientada’ al mundo tampoco tendrá un carácter reproductivo. Por cada dólar invertido saldrán tres o cuatro en la forma de dividendos, intereses y fletes. La oposición a la salida a la crisis en los términos que plantea el capital y su ‘casta’ política, no puede, sin embargo, tener un carácter retrógado sino revolucionario. No se puede impedir, bajo el capitalismo, el flujo de capital y los desplazamientos que se ve obligado a operar en función de beneficios y mercados. Es, en cambio, una gran oportunidad para plantear poderosas tareas de movilización de la clase obrera. La lucha por las seis horas de trabajo; el salario mínimo igual al costo de la canasta familiar; comités de supervisión de las condiciones de salubridad y por último, pero no menos importante, el derecho a veto con respecto a las condiciones ambientales, fundamentalmente el agua, tanto de riego como de consumo humano. Una confrontación con el capital, en términos históricos progresistas, es un arma poderosa para desarrollar la conciencia emancipadora de los trabajadores y producir, mediante la organización, los medios prácticos para alcanzar esa emancipación.

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