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Una incursión masiva de milicianos palestinos en la madrugada de este sábado, ha sido acompañada del disparo de misiles y de la captura de civiles y militares israelíes. Los voceros de Hamás han señalado que el propósito del ataque es obtener un canje de prisioneros palestinos en las cárceles sionistas, que soportan vejámenes y torturas en forma sistemática. El estado sionista ha emprendido una campaña de colonización de los territorios ocupados y confiscación de terrenos y viviendas, por medio de métodos violentos y criminales, con vistas a su anexión. Esta política ha desatado una crisis política en Israel, con el objetivo de eliminar todos los obstáculos jurídicos para consumar esta estrategia.
El ejército israelí ha respondido a esta acción con un brutal bombardeo sobre Gaza, una franja territorial abierta, sin recursos de defensa antiaérea. Este repetido escenario reproduce la guerra de un estado terrorista contra organizaciones armadas de resistencia, que Argentina ha conocido bajo la dictadura militar.
La ‘sorpresa’ que se atribuye a este ataque contra Israel es por lo menos sospechosa dada la potencia conocida de los servicios de inteligencia de Israel, Estados Unidos y la Unión Europea. Resulta funcional al propósito del gobierno ultraderechista de Netanyahu de poner fin a las multitudinarias manifestaciones en su contra que se vienen reproduciendo, desde hace varios meses, todos los sábados por la noche.
Las potencias de la OTAN han salido a condenar la accion de Hamás y a justificar sin reservas y por anticipado la represalia del Estado sionista, a la que presentan como “defensiva”. El mundo está frente a una gigantesca masacre, que decuplicará los muertos y heridos dejados por la incursión palestina, que ha recibido el respaldo para lanzar una verdadera masacre sobre Gaza. Los candidatos patronales de Argentina, y Sergio Massa en primer lugar, han salido a respaldar al estado sionista, cuando jamás abrieron la boca contra los pogromos a palestinos, el despojo y la usurpación de tierras y el cerco que ha hecho de Gaza un campo de concentración a cielo abierto. Ponen su destino electoral, abiertamente, en manos de los intereses internacionales del imperialismo.
Sin apoyar ni hacernos responsables por la estrategia de las fracciones palestinas, condenamos irrevocablemente al Estado de Israel y su gobierno como agentes terroristas de una colonización confiscatoria del pueblo palestino y nos hacemos solidarios con el reclamo de la libertad de los presos que se encuentran en sus mazmorras.
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