Sobre la reciente toma del Colegio Nacional de Buenos Aires

Escribe Mariana Aguirre

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Luego de deliberar en asamblea, el pasado martes 24, por la noche, los estudiantes del CNBA resolvieron tomar el Colegio. La medida se extendió durante un día y medio y fue suspendida el jueves cerca de mediodía.

Según se indica en el comunicado del Centro de Estudiantes, decidieron llevar adelante la toma para “denunciar la inefectividad de la gestión de nuestra Rectora, Valeria Bergman, frente al llamado de concursos docentes” y el hecho de que “menos de la mitad de nuestros docentes son titulares”. También debido “a la censura que recibimos al empezar a informarnos como estudiantado acerca del tema. La gestión se encargó de prohibir cada uno de nuestros espacios: las pasadas, nuestro Diario y nuestras asambleas”.

Los estudiantes reclamaron tener una reunión con la Rectora y el Secretario de Escuelas Medias, Oscar García, para discutir el problema y elaborar un acta de compromiso que estableciera “la apertura de concursos para docentes titulares en los departamentos faltantes, priorizando y comenzando por los departamentos que menos docentes titulares tengan, garantizando que se cumplan los plazos reglamentarios” (Clarín, 25/10).

Los medios de comunicación atacaron la toma estudiantil, recogiendo las declaraciones de las autoridades de la institución y alegando un uso político de la misma, ya que en poco tiempo se realizarán elecciones obligatorias y de Centro en el Colegio. Este ataque no puede opacar, sin embargo, la legitimidad del reclamo planteado.

En el Nacional Buenos Aires, los docentes y la AGD-CNBA reclaman desde hace tiempo la resolución de concursos pendientes que llevan años demorados, la confección de listados de interinatos y suplencias y la regularización de los interinos. La situación de los docentes que llevan años, e incluso décadas, dando clases en condición de interinos es una forma de precarización laboral muy extendida en las facultades, el CBC y los preuniversitarios de la UBA. No sólo violenta el Convenio Colectivo de Trabajo, sino que deja a la docencia en una vulnerabilidad absoluta frente a las arbitrariedades de las gestiones que, en más de una oportunidad, han procedido al despido encubierto de docentes mediante la no renovación de las designaciones temporarias.

En las actuales condiciones, a los reclamos en torno a los concursos que han puesto de relieve en estos días los estudiantes del CNBA, hay que añadir la aplicación ya del CCT en toda la UBA, la devolución de la deuda del FONID a los docentes preuniversitarios y el urgente aumento salarial en un cuadro que avanza hacia una hiperinflación.

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