Momentos de definiciones en la huelga en Dánica Villa Mercedes

Los trabajadores de Dánica de la provincia de San Luis vienen llevando adelante una huelga de más de un mes de duración, en rechazo a la diferencia salarial que la empresa mantiene entre sus salarios y los del convenio aceitero. En las últimas horas, la empresa giró telegramas de despidos sin causa a todos los trabajadores, y busca cerrar arreglos individuales por el 50% de la indemnización. Además, anunció frente a los medios el cierre de la planta, una práctica repetida que ya había llevado adelante en conflictos anteriores.

La planta de Dánica Villa Mercedes fue adquirida junto a otras del grupo, en 2018 por el Grupo Beltrán, un emporio cordobés dedicado al rubro frigorífico. Además del negocio de la carne, el Grupo Beltrán produce derivados de grasas bovinas y vegetales, levaduras y harinas de carne y de hueso para alimentación animal a través de Refinería del Centro. La empresa argumenta que en la planta de Villa Mercedes se producen alimentos para reclamar el pase al convenio STIA, cuyos salarios de convenio son más o menos la mitad de los salarios aceiteros. La empresa paga hoy un salario de 184.000 pesos, cuando el salario aceitero de hoy es de 508.000 pesos.

A través de este planteo logró cerrar en años anteriores acuerdos salariales por debajo del convenio aceitero, no sin conflicto. Así, los trabajadores cobran la paritaria a año vencido -hoy cobran los salarios de la paritaria 2022. Además, desde la llegada del Grupo Beltrán la empresa redujo ítems del salario, categorías y despidió tandas de trabajadores para imponer sus condiciones.

La política del Sindicato Aceitero de Villa Mercedes y Rio Cuarto, y de la Federación, fue ir aceptando acuerdos porcentuales un 70, 80 o 90 por ciento por debajo del convenio marco. Esto, esta vez fue rechazado por los trabajadores que en asamblea decidieron ir a la huelga reclamando el pago del 100% de los salarios. Aún después de un mes de huelga y con los telegramas de despidos llegando a las casas de los compañeros, la Federación no amaga con convocar una huelga nacional en defensa de los trabajadores aceiteros “de segunda” de Villa Mercedes.

La respuesta a los telegramas de despidos de parte del Sindicato fue pedir la conciliación obligatoria ante el Ministerio de Trabajo de la Nación para retrotraer la situación, abriendo la puerta a aceptar la oferta de salarios a la baja de la empresa con tal de que no efectivice el cierre y los despidos. El aislamiento de la lucha, y el encuadramiento de la salida en los pasillos del Ministerio de Trabajo del gobierno de Massa son la vía para una nueva derrota del reclamo de los trabajadores.

La prolongación de la huelga, de más de 50 días, ha dado lugar al impulso de comités de solidaridad de trabajadores de Villa Mercedes, y al impulso a un fondo de huelga para sostener a los trabajadores que están sin cobrar. El reclamo de una huelga nacional aceitera para quebrar la extorsión de la empresa debe abrirse paso a la par de la defensa del salario aceitero de los trabajadores de Dánica.

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