Escribe Vanesa Costancio
Se alinea con Milei y el resto de los gobernadores, proponiendo el 20%.
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El congreso de ADOSAC resolvió no iniciar las clases con un paro de 48 horas, si la oferta salarial del gobierno, en el cuarto intermedio del sábado, no se acerca a lo reclamado, es decir, un aumento que lleve al salario inicial a equiparar el costo de la canasta básica y cláusula gatillo de actualización.
El gobierno de Vidal, pasada su campaña electoral -cuando prometía sacar a los docentes de la pobreza e invertir en educación-, inaugura el año en la línea de los gobernadores de distintos pelajes. Luego de dos reuniones paritarias de “escucha” (diciembre-febrero), Vidal ofrece un mísero 20 % en dos cuotas (febrero-marzo), generando una pérdida salarial muy fuerte contra la inflación acumulada entre enero (24,5 %) y febrero (que se estima será, como mínimo, mayor al 10 %). Habría que agregar la pérdida del 10 % de los haberes, ante el no pago del FONID, para completar el derrumbe salarial de la docencia.
Vidal dice que es “el aumento que pueden dar”. Pero lejos de reclamar los fondos a Nación o mostrar las cuentas provinciales y el aumento de regalías, coparticipación e impuestos, utiliza el “No hay plata” como una extorsión a los trabajadores.
La realidad es que el propio gobierno nacional se mofa de tener “superávit” financiero, generado de la misma forma que lo hacia Alicia K en nuestra provincia: mediante el ajuste al conjunto de los estatales y a los presupuestos para salud, educación y obra pública.
Las asambleas también rechazaron la intención de declarar la esencialidad en educación, que ataca el derecho a huelga. Hay dos aspectos que generan debate: por un lado, la perspectiva de la lucha y por el otro la unificación con el resto de los estatales, que en el caso de ATE iniciaron un plan de lucha contra la misma oferta de 20 % que también les hicieron a ellos. La posición que hemos defendido en la asamblea de Caleta Olivia ha sido que, ante la magnitud del ataque que estamos sufriendo en el sector educativo, es necesario una lucha a fondo, es decir una huelga indefinida, que supere a las medidas aisladas o a las que progresivamente extienden y desgastan la lucha. Esta huelga debe ser reforzada en cada escuela mediante asambleas y reuniones. Nuestro planteo fue tomado por compañerxs que hicieron moción la propuesta y llevada a votación, quedando en minoría.
Sobre la cuestión de la unificación con los otros sectores estales, hemos defendido la convocatoria a congresos de bases, que nos unifiquen en un proceso de deliberación y de acciones de conjunto. Esto es diferente a las multisectoriales, donde participan solo las conducciones sindicales. La envergadura de la lucha que debemos llevar para triunfar exige la organización de las bases docentes, que son quienes sostienen las acciones de lucha.
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