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Este martes se volvieron a reunir, en la Secretaría de Trabajo de la Nación, los sindicatos docentes nacionales con representantes del gobierno nacional para tratar el salario docente. Los dirigentes gremiales la convalidan como “paritaria”, pero es una truchada, ya que la paritaria como tal ha sido eliminada y el Gobierno no reconoce estas reuniones como tales.
El Gobierno propuso un piso salarial de referencia de $325.000, a partir de marzo, para una maestra de jornada simple. Los sindicatos rechazaron la propuesta “por no incluir el FONID” (CTERA, 12/3), que el Gobierno ya ratificó numerosas veces que no está dispuesto a ceder, pero ofreció la restitución del Fondo Compensador de desigualdades salariales, jornada extendida, quinta hora y jornada completa. Significa un recule parcial, pero las partidas para comedores, copa de leche e infraestructura, en cambio, siguen siendo retenidas.
El rechazo de los sindicatos fue puramente formal. Por enésima vez se declararon en “estado de alerta y movilización” y anunciaron una “jornada nacional de protesta” para la semana que viene que nadie sabe en qué consistirá. Finalmente, en su comunicado, los burócratas docentes expresaron que “Si no hay respuestas a nuestros reclamos, realizar(emos) un paro nacional de CTERA en unidad con los demás sindicatos”. Pero la “respuesta” del Gobierno es muy clara. Milei y sus secuaces han recortado el presupuesto educativo, quitado fondos para el sostenimiento de programas y paralizado la obra pública en las escuelas, entre otros atropellos.
CTERA viene de carnerear el paro nacional del 4 de marzo que protagonizaron los sindicatos docentes de la CGT. El único paro que convocaron fue el del 26 de Febrero, que fue parcial, porque en la mayoría de las provincias no se habían iniciado las clases. Realizaron la semana pasada un acto relámpago de aparato en el Congreso exigiendo que se traten diferentes proyectos de ley por la restitución del incentivo docente. De tratarse alguno de los proyectos en danza, habría que esperar un largo tiempo para que atraviese todo el tortuoso camino parlamentario, mientras el ajuste avanza.
La principal central docente ha dejado aisladas las huelgas de los docentes de Santa Fe, Neuquén, Córdoba y Río Negro, que se encuentran en lucha. Un sindicato nacional que tiende a la provincialización está en grado de disolución. La conducción celeste ha firmado una paritaria miserable en la provincia de Buenos Aires, dejando nuevamente al salario de maestras y profesores por detrás de la inflación. En Córdoba, el gobernador impuso un premio por presentismo, algo que busca imitar Pullaro en la paritaria de la docencia de Santa Fe. Todos los gobernadores, incluido Kicillof, vienen de sentarse en la mesa que convocó el gobierno para firmar el “Pacto de Mayo”. Comparten con Milei el objetivo estratégico de arrasar con las conquistas históricas de la docencia. En ocasión de la frustrada “Ley Ómnibus”, había acuerdo en declarar a la educación servicio “esencial” para quitarle a la docencia el derecho a huelga.
CTERA deja pasar conscientemente el ajuste del gobierno “libertario” siguiendo la orientación política del peronismo y el kirchnerismo, que pretende que el pueblo sufra todas las consecuencias de la "motosierra" para ofrecerse como recambio electoral… en 2027, una actualización del “hay 2019” de los K bajo el macrismo.
Para triunfar en sus reclamos, la docencia necesita abrirse un camino de lucha independiente de esta conducción sindical que la ha llevado de derrota en derrota en las últimas décadas. Reclamamos un salario mínimo nacional por cargo igual al costo de la canasta familiar, indexado quincenalmente por inflación.
Para conquistarlo, promovemos la realización de plenarios de delegados con mandato, autoconvocatorias y reuniones que se pongan por norte la preparación de una huelga general.