Escribe Anahí Rodríguez
Preparemos la rebelión educativa.
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El Frente Sindical de las Universidades Nacionales (FATUN, FEDUN, CTERA CONADU, CONADU H), conjuntamente con la FUA junto a los Rectores reunidos en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), convocaron a una Marcha Federal para el 23 de abril. El reclamo es por el congelamiento del presupuesto y los salarios, el ataque a las jubilaciones y obra social y la quita del FONID. La marcha tendrá como punto central de concentración Plaza de Mayo, pero también se replicará en las plazas de todo el país. La CGT anunció su apoyo también. La FATUN (Federación de Trabajadores No Docentes) convocó a parar.
La situación dentro de las universidades es alarmante, algunas ya entraron en cesación de pago, otras están al límite, pero todas afirman que, bajo este escenario, no se podría llegar al segundo cuatrimestre. Los Rectores, que hasta ahora solo habían sacado una declaración del CIN, en febrero, proponiendo diálogo y tender puentes con el ejecutivo, fracasaron y ahora están intentando otra vía de presión convocando a marchar.
La última vez que los rectores convocaron a una marcha fue durante el gobierno de Frondizi, frente a la autorización, por parte del gobierno de entonces, para que las universidades privadas -clericales- pudieran entregar títulos habilitantes. “Laica o libre”, así fue conocida esa lucha. Fue en esas circunstancias que los Rectores de siete universidades conjuntamente con la FUA convocaron a la famosa marcha que reunió a casi 400 mil personas.
Las federaciones sindicales universitarias saludaron la convocatoria del CIN a marchar, incluso las organizaciones del FITU saludaron que los Rectores reclamen por el presupuesto. Myriam Bregman llegó a tuitear “Reunión con los Rectores de las universidades en la Comisión de Educación. Orgullosos egresados de la educación pública, la vamos a defender”.
Sin embargo, hay que clarificar que estos “defensores de la educación pública”, las y los Rectores, son los que sostienen la Ley de Educación Superior desde su sanción bajo el menemismo hasta ahora, una ley que abre las puertas a los procesos de privatización; son los que no respetan o directamente desconocen los convenios colectivos de trabajo de los docentes y mantienen medidas limitacionistas o impulsan aranceles contra los estudiantes en las universidades.
Hay que impulsar asambleas en las Facultades y Escuelas y votar el paro y la movilización de ese día a Plaza de Mayo y a los centros políticos de todo el país.
La marcha del 23 será un episodio de la lucha que tendremos que dar frente a las políticas de destrucción educativa y de las condiciones de vida del pueblo trabajador.
El 23 tenemos que marchar masivamente e ir preparando la gran rebelión educativa.