Cristina Fernández en Quilmes: Perdimos contra Milei por culpa de los docentes

Escribe Walter Sánchez

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El sábado 27 de abril reapareció Cristina Kirchner en el micro estadio de Quilmes. Sería su primera actividad pública desde que se difundió aquella carta de 33 páginas donde propuso una “actualización” de las relaciones laborales, eufemismo de flexibilización laboral, y atacó el derecho a huelga de los docentes. Sus ataques a la docencia se han convertido en un clásico.

En este caso, también nos dedicó unos minutos.

Primero se victimizó por las críticas recibidas en un nefasto discurso de marzo del 2012, en la apertura de sesiones del Congreso, donde vomitó su frase: “tienen cuatro meses de vacaciones y trabajan cuatro horas”. Ahora recuerda que, en su niñez, tenia clases “todos los días y una sola maestra por año”, apuntando a los paros y al ausentismo docente. En el contexto de un discurso de balance político, está acusando a la docencia por la derrota electoral que Massa sufrió ante Milei. Es la agenda de su llamado a “reflexionar” y de no salir a decir pavadas ante los medios, como también insistió.

La “docta” K quiere discutir los problemas de la escuela pública poniendo en el banquillo de los acusados a la docencia y no al Estado y su falta de financiamiento. Milei pretende declarar a la educación un servicio “esencial” para terminar también con los supuestos cuatro meses de vacaciones y el supuesto ‘ausentismo’ de quienes deben rotar por varios establecimientos para ganarse el pan. A la docencia le han sacado de un plumazo entre un 20 y un 30% el salario al eliminar el incentivo docente (suma no remunerativa que ningún gobierno quiso tornarla remunerativa). El gobierno de Milei ha lanzado un ataque nunca antes visto a la educación pública. Ha eliminado de hecho la paritaria nacional, aunque era testimonial, para eliminar cualquier referencia salarial nacional; ha eliminado planes educativos nacionales, congelado los fondos que se deben enviar a las universidades públicas y un largo etcétera. El DNU, que sigue vigente, declara a la educación servicio esencial, limitando el derecho de huelga. Docentes y estudiantes universitarios están en pie de guerra porque las universidades no pueden pagar ni la luz, a su vez los gobernadores replican este ajuste a las provincias, obligando a estudiantes y docentes a realizar marchas por la calidad paupérrima del servicio alimentario escolar o por los problemas de infraestructura.

El lema de Milei “no hay plata” lo aplican gobernadores e intendentes de todo pelaje político por igual. Sin embargo, nada de esto parece preocuparle a Cristina Fernández. Para ella el problema sigue siendo los paros. No le dedica ni una palabra al fenomenal ataque del gobierno que se dice liberal, ni siquiera un defensa de aquellos planes que fueron iniciativas de sus anteriores gobiernos.

Ellos quieren poner en la mesa los problemas de la educación pública, pero apuntando con el dedo a los trabajadores de la educación.

Cristina Fernández dijo inmediatamente después que “si nosotros no hablamos de estas cosas” (interpelando a los dirigentes de UXP) vienen los otros (haciendo referencia a sus adversarios políticos) y lo discuten desde su lugar”. Así confiesa que el ataque a la docencia debe hacerse desde otro “lugar”, desde el discurso "nac & pop”.

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