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Finalmente, la medida de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) se realizó hoy durante el lapso de tres horas, de 8 a 11. La medida fue tomada en forma distinta por cada gremio adherente, con el rasgo coincidente de que no se afecte el transporte urbano de pasajeros. De esta manera, el paro que iba a paralizar el transporte aéreo, terrestre, fluvial y subterráneo, terminó, acuerdo CGT-Gobierno mediante, en una medida testimonial.
En Camioneros, hasta ayer a la tarde no se había definido ninguna medida. A última hora, los directivos bajaron la orden a los delegados de organizar asambleas desde las 7 horas hasta las 10, explicando a los trabajadores los efectos negativos de la Ley Bases. En algunos establecimientos las asambleas que se realizaron fueron masivas.
La UTA, formalmente, ha roto hace tiempo con la CATT, por lo que estaba previsto que no se adhería a la medida. En el Subte, la directiva pianellista, recientemente ingresada a la CATT, organizó volanteadas en las terminales principales, con levantamiento de molinetes. De asambleas con paro de tres horas ni hablar. La UTA y el pianellismo, rivales en el subte, han coincidido en carnerear la medida.
La Unión Ferroviaria tampoco hizo asambleas ni paros en ninguna línea: solo la seccional Oeste cumplió con la medida. La UF de Sassia, en cambio, sacó un comunicado informando que no iban a perjudicar a los usuarios.
En los aeropuertos, la convocatoria coincidió con un fuerte clima de lucha contra la agenda de vaciamiento y privatizaciones del Gobierno de Milei. Las asambleas en Aeroparque y en los hangares de Ezeiza reflejaron una masividad poco habitual.
De conjunto, el acuerdo entre la CGT y el gobierno de Milei condiciona toda la acción de la burocracia de los sindicatos. El paro de la CATT, que apuntaba a reposicionar como combativo a un sector del sindicalismo frente al resto de la CGT, terminó devenido en una acción casi testimonial.
Algunas de las manifestaciones reales de la clase obrera que se expresaron hoy, para ir a fondo contra el Gobierno, deberán buscar su propio canal de desarrollo que no proveerá de ninguna manera la CGT colaboracionista.
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