Escribe Hermes Zitarrosa
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El martes 24, a través de un comunicado de prensa de la Cancillería, se supo que en ocasión de la reunión de ONU, la canciller Diana Mondino hizo un trato con el secretario de Relaciones Exteriores británico David Lammy. El acuerdo conlleva una serie de concesiones al país europeo para afianzar su ocupación sin ningún beneficio real para la Argentina en su reclamo histórico de soberanía. En cuestión conlleva tres puntos, el primero denominado de carácter humanitario es continuar la campaña mediada por la Cruz Roja en la identificación de los pocos soldados que aún continúan como NN enterrados en las islas en conjunto con un viaje de familiares de excombatientes en algún momento del 2024. el siguiente punto es retomar los vuelos semanales de Sao Pablo hacia las islas con una escala mensual en la ciudad de Córdoba. Y, el tercer punto, la cooperación en la transferencia de información pesquera entre Argentina y el gobierno isleño. El anuncio fue saludado por la Asamblea Legislativa de las islas.
Las rutas aéreas habilitadas que conectan las islas con los países de Sudamérica son una de las palancas que tiene la Argentina para presionar gobierno inglés en su reclamo de soberanía, ya que ningún país sudamericano recibe vuelos isleños sin la autorización del nacional. El servició de Sao Pablo a Malvinas había quedado interrumpido con la pandemia y luego continuó interrumpido por decisión nacional. El otro vuelo existente desde las islas es a Chile con escala en puerte Madryn una vez al mes.
Por otro lado, el acuerdo para compartir información y gestionar en común el recurso pesquero les da postetad a los ocupadores no sólo de seguir vendiendo las licencias de pesca, si no también de poder tomar decisiones sobre superficies de océano, que ni siquiera son reclamadas por ellos, en pos de la conservación del recurso. La pesca en las islas representa entre el 50 y el 60 % de los ingresos fiscales, basándose principalmente en la pesca de calarmar Illex recurso compartido con la Argentina. Este es el segundo año consecutivo que las islas tienen que vedar las pesca en la segunda mitad del año por escasez del recurso. Esto tiene que ver principalmente con una fuerte política predatoria sobre el mar en donde durante el verano estuvieron pescando 80 barcos poteros taiwaneses y 16 arrastreros españoles que levantaron un total de 200 mil toneladas de calamar. Mientras que en Argentina para la misma temporada se levantaron 80 mil toneladas. Desde las islas culpan a la pesca ilegal china que preda al borde de la Zona Económica Exclusiva de argentina.
El acuerdo entre la canciller argentina y el secretario británico fue criticado por propios y ajenos en la política Argentina. Desde la vicepresidenta Villarroel, pasando por Jorge Taina y el excanciller Santiago Cafiero señalan que esto es una entrega sin recibir nada a cambio. La vicepresidente habló desde la susceptibilidad que la interpela y que no puede acompañar esta medida por su historia personal. Tanto Taiana como Cafiero señalaron que primero hay que discutir la soberanía antes de entregar concesiones a los ocupadores. Sin embargo en 2022 y por pedido de la Cancilleria argentina se retomaron los vuelos desde Chile a las Islas, con escala en Puerto Madryn. La política de alineamiento con la OTAN en el Atlántico Sur es una política compartida por los exgobierno y la actual Vice, lo que conlleva la construcción de un polo logístico militar de Estados Unidos en Tierra del Fuego como la posibilidad del patrullaje yankee en el Mar Argentino para combatir la pesca ilegal china, así como la compra de los aviones F-16 caracterizados como obsoletos por los especialistas.
Mondino dio un importantísimo paso en el refuerzo de la ocupación británica en el Atlántico Sur. Los representantes del oficialismo y de la oposición pueden patalear pero se alinean en una política más general de súbita entrega de la Nación y siendo las islas una base de operaciones de la OTAN con proyección a Sudamérica y la Antártida, es un tema a discutir entre los trabajadores qué políticas debemos desarrollar para expulsar a los ocupadores que traen con ellos las banderas de la miseria y la guerra internacional.