Escribe Federico Fernández
Tiempo de lectura: 3 minutos
La jornada del miércoles nuevamente puso en la calle al movimiento estudiantil. Una serie de cortes y movilizaciones se abrieron paso a pesar de las amenazas represivas del gobierno. Estudiantes de la UNSaM y la UNTreF cortaron la Avenida Gral. Paz, la Ciudad Universitaria de la UBA hizo lo propio en la Av. Cantilo y otro conjunto de cortes de calles de las tomas de CABA se unificaron en una movilización al ex Ministerio de Educación Nacional. En La Plata 30 mil personas marcharon por el centro transformando la “reivindicación estudiantil” en una gran demostración de lucha popular. En este cuadro nuevos establecimientos fueron ocupados ayer, como se decidió en una asamblea del predio de Agronomía-UBA y otros continuaron ocupados a pesar del “paro con Facultades cerradas” anunciado por la burocracia sindical docente y no docente. En el interior también ascienden nuevas ocupaciones.
El gobierno oscila entre las bravuconadas y la impotencia al no poder desalojar los cortes y las tomas. Patricia Bullrich ´anticipó´ que en la movilización al Palacio Pizzurno los manifestantes “irían con bombas molotov para generar una revuelta con muertos”. La banda de lúmpenes que trata de gobernar el país ha salpicado los medios de declaraciones en este tono. Una concejal ´libertaria´ de Quilmes, en defensa de la patota que arrojó gas pimienta, defendió esa represión parapolicial en nombre de enfrentar a “los asesinos de la izquierda”. Luego de la ´victoria´ del veto, que blindó nuevamente en el Congreso las pretensiones del Gobierno, el ascenso de lucha estudiantil irrumpió como un cachetazo de la realidad que desacomodó al 'libertarianismo'. La síntesis oficial difundida de que “los troskos quieren voltearnos” refleja ese grado de confusión. El movimiento de las tomas es el primer paso de una rebelión popular contra el gobierno.
Las maniobras
La ocupación de Facultades continúa adelante. Los rectores y la FUBA adelantaron la “marcha de las velas”, prevista para el jueves, al día y horario en que estaban previstas una innumerable cantidad de cortes de calle, acciones y, especialmente, nuevas asambleas para discutir las tomas. La marcha “sin discursos” reunió de todas formas una multitud nutrida de las Facultades cercanas al Palacio Pizzurno, junto a una entusiasta delegación de colegios secundarios. Los organizadores no llegaron a prender muchas velas antes de retirarse con prisa de la propia movilización convocada. El paro 'dominguero' no impidió la nueva incorporación de tomas, junto a centros de estudio que continúan ocupados. Los rectores y la conducción de la FUBA y FUA (Franja Morada) militan contra las tomas, “en la vereda del gobierno”.
El CIN, junto al Frente Gremial, continúan empeñados en establecer los marcos de esta lucha. “A partir del 23 de octubre habrá clases públicas todos los miércoles a las 12 del mediodía frente al Congreso de la Nación. En noviembre vamos a realizar marchas regionales donde se van a establecer puntos de encuentro en distintos lugares del país para que la sociedad defienda la universidad pública y se realizará un encuentro federal universitario en la Ciudad de Buenos Aires”, 'anticipó' (sic) Jorge Anró, de la burocracia no docente a Infobae. Pretenden convertir al movimiento de las tomas en una jornada semanal los miércoles. Contra esta ´desescalada´ el camino de la autoconvocatoria tiene que extenderse e imponer desde las bases una huelga general educativa. “Entre los rectores, en tanto, hay temor por los grupos autoconvocados e insisten para que las decisiones sean tomadas por los representantes. Pero es un movimiento que va desde las bases a los representantes”, describió uno de ellos (La Nación 17/10).