Escribe Pablo Busch
Una divergencia reivindicativa ha sido convertida por la Directiva en una crisis política.
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Los trabajadores de FATE volvieron a rechazar abrumadoramente la propuesta de cambio de régimen de trabajo en una asamblea que se realizó la tarde del viernes. La Directiva del SUTNA la había convocado con un temario de tres puntos: sistema de trabajo, premio y suspensiones. La Directiva pretendía tratar los tres puntos como un paquete, pero a propuesta de un delegado independiente, se trataron por separado.
Los trabajadores rechazaron el primer punto en forma contundente, en el que la Directiva volvió a insistir con la propuesta ya rechazada de cambio de régimen de trabajo. Respecto del premio, se votó rechazar el intento de la empresa de dejar de pagarlo y reclamar la continuidad del premio de producción del 20 %, mejorando las tablas. Sobre las suspensiones, se votó reclamar que se paguen al 100 % del salario. El nuevo rechazo sobrevino luego de una campaña intensa de la Directiva en la fábrica, basada en el argumento de Juan Pablo Rodríguez, del aparato del PO oficial y proclamado líder espiritual de la lista Negra, que aseguró que los obreros comprenderían las ventajas del preacuerdo si se lo explicaba mejor. Para ese fin alistaron también a un psicólogo del trabajo –trotskista-. La psicología del trabajo es una ‘ciencia patronal’, que apunta a profundizar el rendimiento del trabajador y atenuar, al mismo tiempo, la confrontación de clase con las patronales.
Para obtener la aceptación del nuevo régimen, la Negra presentó ante al preacuerdo como una alternativa contra nuevos despidos y pérdida de salarios, lo que confirmaba que el convenio era perjudicial contra los trabajadores. Además, señaló las ventajas del “domingo libre” que ofrecía el preacuerdo, como si los obreros de Fate hubieran votado a favor de trabajar los domingos –un ultraje, cuando el rechazo era a la pérdida de catorce francos en un año-. Al inisistir con el acuerdo rechazado, la directiva del SUTNA y el aparato del PO han creado una crisis política donde había una discrepancia reivindicativa. El rechazo por segunda vez es un voto de desconfianza en la dirección.
En un sector -Diagonales- la Negra impulsó una juntada de firmas a favor del preacuerdo, sirviéndose del hecho de que estos trabajadores trabajan ahora en un 6x1 (con los sábados a la tarde obligatorios). De ese modo, opusieron a este sector con la fábrica entera; alentaron la división en lugar de la “unidad de los trabajadores”. La directiva del SUTNA ha editado un material que presenta al régimen laboral rechazado como una “conquista”, a pesar del rechazo ratificado hoy por los trabajadores.
Aceptar ese acuerdo implicaría aceptar la desaparición del cuarto turno. Sepulta la lucha por la reincorporación de los despedidos, que el SUTNA ha confinado al plano de la justicia laboral. A cambio de estas reivindicaciones, los trabajadores tendrían los “domingos en casa”, aunque sólo si a la empresa le conviene. Es que si quisiera volver al actual turno americano (7x2, 7x2, 7x3) podría hacerlo cómo y cuándo quisiera a partir de febrero de 2026, incluso dividiendo a los trabajadores por módulo de producción.
La avanzada de FATE -despidos abiertos o encubiertos, PPC truchos, reducción de premios, incremento de los días de trabajo- solo se frena con un planteo integral. La aceptación del régimen laboral rechazado, bajo la amenaza de la pérdida del premio o de nuevos despidos, era una variante agravada del preacuerdo anterior, pues coloca a la fábrica entera como rehén de la extorsión patronal, que debe ser rechazada con un programa de defensa de las reivindicaciones obreras y con un plan de lucha. Mientras esto ocurre en FATE, en Pirelli tiene lugar una nueva escalada de despidos encubiertos, con aprietes patronales para forzar a retiros “voluntarios”. La defensa de los puestos de trabajo y las conquistas laborales está planteada a la escala de todo el gremio.