Alquiler de la Ciudad Universitaria: el Rectorado de la UBA mete el pedal a fondo con la privatización

Escribe Katherine Herrera

Tiempo de lectura: 3 minutos

El alquiler de Ciudad Universitaria, que nos viene arrasando hace años, afecta el calendario académico y la investigación por un lado, y la contaminación (sonora, del suelo, del agua) de la reserva por el otro. Respecto al calendario académico, se han cancelado parciales, entregas y finales. A la investigación le afecta por la descalibración de diversos equipos de medición, la interrupción de sus actividades, sumado al estrés que puede provocar el ruido a los animales de laboratorio. Igualmente sucede con los animales de la Reserva Ecológica Costanera Norte, que también sufren estrés, se aturden y desorientan.

Ahora recordemos el conflicto más reciente -el evento de la Noche de Los Museos- un atropello total que afectó directamente al funcionamiento cotidiano de Ciudad Universitaria. El sábado 9 de noviembre, desde la agenda del Rector, se impuso un recital de música electrónica del DJ Michael Bibi. En un principio, sin recibir noticia alguna de su parte, se pensó que La Noche de Los Museos y el calendario académico normal podrían convivir con este evento, cuyas entradas se empezaron a vender en agosto. Sin embargo, fuimos avisados con tan solo tres días de anticipación, que el predio universitario estaba alquilado en su totalidad durante todo el fin de semana, incluyendo el estacionamiento, impidiendo por completo nuestra agenda académica. El lunes posterior al recital ni siquiera se dignaron a sacar el candado de las entradas al predio, impidiendo el ingreso normal de docentes, no docentes, investigadores y estudiantes. Parciales que se rendían en esa fecha fueron postergados con dos días de antelación. Con estas y decenas de anécdotas que se pueden recopilar de años anteriores, queda demostrado el atropello constante a la educación de parte de las camarillas de la Franja Morada (UCR, “Nuevo Espacio”) instaladas en la cima de los gobiernos universitarios.

Desde la cancelación de la Noche de los Museos, se viene estableciendo en la oscuridad un plan nefasto de privatización del predio de Ciudad Universitaria. Los rectores empiezan a cocinar un negociado que cumpla con las condiciones de motosierra del gobierno, sin afectar el engrosamiento de su bolsillo oscuro o “caja negra”.

Desde la presentación de la Ley de Financiamiento Universitario, las camarillas que gobiernan la universidad han resuelto entregar, como moneda de cambio, el presupuesto y el salario docente a condición de que el gobierno les garantice control sobre los negociados y el proceso de privatización de la universidad. Este último se extiende sobre el territorio de las facultades al mismo tiempo que sobre los planes de estudio de las carreras. Es un conflicto por quién se queda con el dinero otorgado a las universidades (la “caja chica” [1]). Mercantilizar nuestros espacios de estudio les permite adelantarse en el negociado con el gobierno: una profundización de la privatización bajo sus términos. Existe un complejo entramado de corrupción y lobbyismo entre funcionarios universitarios y grandes corporaciones.

Este avasallamiento total a nuestra formación y a la investigación progresará si no encontramos el método para torcerle el brazo al Rectorado.

Las negociaciones por medios burocráticos y a puertas cerradas responden al interés del Rectorado por encima del nuestro.

¿Qué hacemos entonces? Desde una asamblea conjunta de Exactas y FADU a la que nosotros, como Contragolpe (Política Obrera + Independientes), asistimos, se decidió hacer un petitorio al Rectorado, juntando firmas. Esta puede ser nuestra herramienta para organizar una marcha al Rectorado, planteando una fecha límite para que retroceda en sus acciones.

No podemos permitir que la puesta en alquiler de los terrenos de la Facultad ocurra mientras faltan insumos en las aulas, las refacciones necesarias para poder cursar se posponen y, en general, la educación profundiza su condición ruinosa. Este proceso de privatización se ha traducido en el recorte de carreras y el control empresarial de los planes de estudio. Debemos rechazarlo en la perspectiva de construir una educación al servicio de las necesidades populares, y bajo control de aquellos que trabajamos y estudiamos en ella.

[1] https://politicaobrera.com/12973-asamblea-del-cecen-una-puja-por-el-rumbo-que-debe-seguir-la-lucha

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