Escribe Fabián Pacheco
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Hugo Moyano acaba de firmar una paritaria de camioneros que está alineado al cepo anti-salarial impuesto por Milei-Caputo. Se trata de un aumento nominal del 1% mensual para el periodo junio-agosto, más una suma no remunerativa de $ 45.000 a cobrar en junio, de la cual se incorporarán al básico $ 39.500 en julio y $ 39.500 en agosto. El acuerdo se dio con las tres cámaras patronales del sector y se descuenta su homologación por parte de la Secretaría de Trabajo.
El moyanismo, que ha posado de combativo, sobre todo por la "mística" fabricada durante los dos gobiernos de Menen en el marco de su interna con "los gordos" de la CGT, hoy se revela como el que más profundamente se ha adaptado a la liquidación del salario. En las últimas paritarias, al estricto secretismo burocrático con el que discute con las patronales, le agregó el carácter clandestino de las tratativas. De este modo, los trabajadores ni siquiera podemos seguir la discusión por los medios o portales, que era el canal habitual por donde nos enterábamos de las novedades, a través de comunicados o declaraciones.
Es redundante ponerse a comparar la pérdida que se produce en términos de poder adquisitivo del salario. Sólo a modo de ilustración, y para tomar dimensión del tamaño de la pérdida, cabe mencionar que la inflación del periodo que cubrió la paritaria anterior (marzo-mayo) duplicó el porcentaje acordado para el sindicato. A esto hay que sumar la pérdida acumulada durante todo el gobierno de Milei de la cual se recuperó poco y nada.
Esta adaptación y complicidad con una política de ataque general a la clase obrera tiene un fundamento íntimo para Hugo Moyano: la quiebra de la obra social. Desde 2021, cuando la pandemia hacía estragos y hacía colapsar el sistema sanitario, quedó expuesto el nivel de quebranto al que la burocracia había llevado a una obra social, la cual nunca pudo contener a los afiliados que engrosaban en masa las filas del gremio, cuando, en décadas anteriores, Camioneros impulsaba el reencuadramiento de miles de trabajadores.
Entre los desfalcos producidos por la burocracia moyanista y los salarios acordados a la baja, las cajas de las obras sociales quedaron desahuciadas. Así, hace ya varios años, acentuada desde la pandemia, la discusión salarial incorporó el punto de una suma en concepto de "aporte extraordinario" por cada trabajador de convenio como mecanismo de rescate de la obra social. Práctica que se ha extendido a varias direcciones gremiales y que tanto las patronales como el gobierno utilizan como elemento de extorsión en las negociaciones salariales para cerrar aumentos miserables que desvalorizan el salario mes tras mes, llevando a la mayoría del gremio a salarios por debajo de la línea de la pobreza.
La claudicación sin lucha y la sumisión del moyanismo ante el gobierno anti-obrero de Milei está llevando a la ruina los ingresos de decenas de miles de camioneros. La situación plantea un camino para quebrar esa extorsión, que las direcciones sindicales no tomaran: asambleas de base para discutir el pliego de reclamos y los acuerdos en cada paritaria y la huelga general indefinida para quebrar el cepo antisalarial de Milei Caputo.
En Camioneros, la quiebra de la obra social tiene como trasfondo los negocios familiares de Hugo Moyano. Esto se debe a que la empresa que la administra es propiedad de su mujer. Esto disparó una disputa interna entre padre e hijo, entre los Moyano, con lealtades divididas dentro del gremio.
El último acuerdo paritario establece un nuevo rescate de la obra social por una suma de $ 18.500 por cada trabajador encuadrado en el convenio, en un gremio de 200.000 trabajadores, unos $ 3.700 millones de pesos mensuales que van directo a las arcas del clan Moyano. Dinero que, por otra parte, no ha redundado en mejoras ni en la regularización de las deudas salariales con médicos y trabajadores de la salud.
Como se ve, Hugo Moyano y su clan, han convertido la discusión salarial en una moneda de cambio para el rescate de los negocios familiares. En la percepción de los trabajadores que han votado en su momento a Milei en repudio desastre del último gobierno peronista de los Fernández anidaba un profundo rechazo a las direcciones burocráticas. La complicidad de la burocracia frente a los ataques del gobierno pseudolibertario, confirma el papel nefasto que esta juega contra los intereses de los trabajadores.
Camioneros: Hugo Moyano consolida la destrucción del salario Por Fabián Pacheco, 26/03/2025.