Camioneros: Hugo Moyano entrega el reclamo salarial en favor de los negociados familiares con la obra social

El martes último, en negociaciones con las tres cámaras patronales del sector (Faetyl, Fadeeac y Catac), Hugo Moyano encabezó el reclamo de reapertura de paritarias, un pedido de aporte a la obra social y a las guarderías para los hijos de 45 dias a 3 años. Luego de una única reunión, la burocracia archivó en tiempo récord el reclamo salarial y lo canjeó por un aporte de las patronales del sector a la maltrecha obra social del gremio. Todo esto, a espaldas de los trabajadores camioneros.

Moyano cerró un acuerdo que relega el reclamo salarial a cambio de una aporte mensual y por seis meses para la obra social, a razón de $ 3.200 por trabajador. Esto, en un gremio de mas de 200 mil trabajadores encuadrados, representa alrededor de $ 700 millones mensuales, unos $ 4.000 millones extra para el semestre. Según distintos medios, el dinero irá a parar a las manos de la empresa gerenciadora de OSCHOCA; es decir, al negocio familiar de la esposa de Hugo Moyano. Lo más grave de esta burla a los afiliados, es que esa montaña de dinero extra no redundará en una mejora del servicio a los afiliados, ya que su destino será el de “sostener las prestaciones actuales”. Para más, la situación calamitosa de la obra social contrasta violentamente con la situación de la empresa gerenciadora que, al parecer, goza de muy buena salud financiera. Precisamente, el manejo de la obra social es una fuente de conflicto al interior de la burocracia, que mantiene enfrentados a Hugo y Pablo Moyano.

Otro punto acordado en la reunión fue la cuestión relacionada con el decreto promulgado a mediados de marzo sobre la obligatoriedad de garantizar las guarderías. Los portales de la burocracia presentaron el acuerdo entre Camioneros y las cámaras patronales como un gran logro. Sin embargo, visto desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores, fue otra agachada de la burocracia, ya que refuerza la potestad de las patronales, ya otorgada por el decreto, de hacer abuso de la opción de reintegrar los gastos de guardería. De este modo, en la inmensa mayoría de las empresas, regirá el beneficio solo para los trabajadores efectivos de planta y quedaran descubiertos los trabajadores tercerizados de todo tipo y los contratados. La lucha por las guarderías en planta facilitaría el uso del beneficio por parte de todos y no solo de una parte de la planta, como ocurrirá con esta modalidad. Además de ser la opción más barata para las empresas.

Volviendo a la cuestión salarial, hay que señalar que camioneros cerró a fin del año pasado una paritaria que fué presentada a la prensa como una paritaria record (107 anual de noviembre 2022 a octubre 2023). El acuerdo establecía un esquema de cuatro cuotas a cobrarse 27 % en noviembre, 27% en febrero, 27% en mayo y 26% en agosto; tambien se cerró un “bono de fin de año” de $100 mil, en 4 cuotas iguales a cobrarse de marzo a junio. Con todo el paquete y la promesa de Massa de contener la inflación, la burocracia esperaba capear tranquila la crisis. Sin embargo, la escalada brutal de los precios, en especial los de los alimentos, que suben muy por encima del promedio inflacionario general, transformó en papel pintado todos los acuerdos paritarios y los Moyano no son la excepción.

Es importante señalar que los acuerdos salariales firmados por Camioneros en años anteriores, y sobre todo durante la pandemia, fueron siempre a la baja, sumado a que en las últimas tres paritarias las cuotas no son acumulativas, lo que genera una pérdida mayor frente al aumento de precios. El extremo de esto fue la paritaria 2020-2021 del 30% frente a una inflación del 50% para la cual nunca hubo recomposición salarial. Sin ir muy lejos, teniendo en cuenta los acuerdos firmados en los últimos 5 años la perdida del poder adquisitivo de los trabajadores del gremio ronda el 40%.

Esto explica que, en la mayoría de las ramas del gremio, el salario apenas llega a cubrir la canasta básica y los trabajadores caminan constantemente al borde la pobreza. Es así que, salvo los choferes que perciben salarios más altos, en el resto de las ramas la situación es muy diferente para peor; la diferencia salarial es del 100% o más, entre unos y otros. Solo en algunos casos, los acuerdos por empresa elevan un poco el nivel salarial.

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