Las empresas esquivan el derecho a las guarderías

Escribe Pablo Busch

Una reivindicación crucial en la agenda de la clase obrera.

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El pasado 23 de marzo se vencieron los plazos para que las empresas con más de 100 trabajadores implementen las guarderías en los lugares de trabajo, o para que paguen una suma en su reemplazo. La novedad fundamental es que el derecho de guardería rige tanto para madres como para padres de niños menores de 45 días hasta que cumplan los cuatro años. La UIA y la CGT acordaron en el Ministerio de Trabajo un plazo de seis meses más para que las empresas no se vean obligadas a poner en funcionamiento las guarderías, meses durante los cuales las empresas deberán pagar un monto de 33.300 pesos a las y los trabajadores, mientras se negocia convenio por convenio. Los trabajadores del Estado y de empresas con menos de 100 trabajadores no tienen por ley acceso al derecho, aunque se podría negociar por convenio.

Sin embargo, a pesar de que los plazos están vencidos, en un primer registro que hemos realizado desde Política Obrera, hasta el día de hoy en casi la totalidad de los establecimientos de trabajo del país no hay ninguna comunicación oficial de las empresas sobre cómo será su aplicación, esto con el agravante de que la ley lleva 47 años de vigencia y ya pasó más de un año desde su reglamentación. En los pocos casos en los que hay comunicación oficial de las empresas, estas ponen requisitos que no están dentro de la ley para su cobro, lo que imposibilita el acceso de los trabajadores al derecho.

Convenios y fábricas

Hasta hoy, los convenios más conocidos que han acordado el cobro de las sumas son Comercio, Bancarios y la UOM (link). En el caso particular de bancarios, el derecho de guardería se canjea por la suma fija, pero se obtiene aún en las sucursales donde trabajen menos de 100 personas. En el caso de la UOM y Comercio, no. En ninguno de estos tres casos desde los sindicatos se ha defendido la construcción de guarderías en los lugares de trabajo, e incluso se contabiliza la suma de guardería como una conquista para inflar los números de la paritaria.

Hay pocas empresas que han comunicado la puesta en funcionamiento del pago en los términos de la ley: Acindar Villa Constitución, las alimenticias Granix en Varadero y Dupont en Córdoba. Por dar algunos ejemplos, en las distintas plantas de la avícola Granja Tres Arroyos la empresa no ha comunicado todavía como aplicará el beneficio de la guardería. En las plantas del grupo Arcor -distribuidas en todo el país- la empresa venía pagando la guardería a las mujeres, aunque aún no se comunicó nada sobre la adecuación a la nueva ley -según informaron, están haciendo un "análisis corporativo. Tampoco la multinacional Unilever ha dado a conocer cómo será la puesta en marcha: en la planta de Tortuguitas Unilever viene justamente de cerrar la guardería de planta durante la pandemia. En la ex Terrabusi, hoy Mondelez, donde existe una de las pocas guarderías que quedan en funcionamiento para los hijos de las mujeres trabajadoras, la empresa no ha comunicado nada sobre cómo se aplicará el beneficio para los padres varones, ni la Comisión Interna ha presentado reclamo alguno.

En el interior de Santa Fe, en Nestlé Firmat, no hay comunicación oficial sobre la implementación de la guardería. En La Virginia (Rosario) la empresa comunicó que pagará si y solo si los trabajadores presentan boleta legal de la guardería o recibo de sueldo de la persona de cuidado. En Synthon, química del Cordón, la empresa pagaría también contra reembolso de factura de la guardería. Estos requisitos no están establecidos dentro de la reglamentación, por lo que La Virginia y Synthon están haciendo su propia interpretación de la ley para evitar el pago. En el establecimiento Las Marías, Provincia de Corrientes, la empresa aduce que las madres ya tienen el beneficio de salir una hora antes para amamantar, por lo cual no les corresponde adecuarse a la Ley de Guarderías. En las plantas de la pesca en Puerto Deseado, los trabajadores tampoco han recibido comunicación alguna. En las plantas automotrices, Toyota, Volkswagen y Ford, la misma situación: las empresas no han informado ninguna modificación respecto del pago de guarderías, ni el Smata ha planteado el reclamo correspondiente. Entre los camioneros de Oca parece difícil que la empresa se atenga a la nueva ley, si se tiene en cuenta que no paga ni los aumentos paritarios. Lo mismo en Royal Canin de La Matanza y en la plástica Cartocor en Córdoba: de las guarderías ni noticias. En varias empresas, ante la consulta de trabajadores, las empresas rechazan adecuarse a la ley y al acuerdo UIA-CGT. "Eso es solo para construcción" argumentan los gerentes de Recursos Humanos.

¿Quiénes deberían cobrar?

Sobre este punto la confusión que han instalado las empresas es generalizada, aunque la ley y la reglamentación son bastante claras: los trabajadores o trabajadoras con hijos de 45 días a cuatro años que presten tareas en un establecimiento de más de 100 trabajadores. Como para contabilizar los 100 trabajadores se cuentan los fuera de convenio, los tercerizados y todo aquel trabajador que preste tareas en el lugar, las empresas que no construyan guarderías deberán pagarle la compensación del beneficio a toda esa plantilla, algo que en las condiciones que trabajan los contratistas, etc. suena inverosímil que se lleve a cabo.

No es necesario, según la reglamentación de la ley que el trabajador tenga a cargo "a solas a los hijos", es decir en condiciones de viudez o de divorcio, ni que la mujer no trabaje. Todos estos supuestos impedimentos para cobrar son esgrimidos tanto por las empresas como por algunos representantes sindicales. En caso que trabajen ambos en una misma empresa, se pagará a uno solo de los trabajadores.

Guarderías o sumas fijas

Entre la variante de que se construyan guarderías en los lugares de trabajo o que se reemplacen por la suma fija, hay que sopesar distintas cuestiones fundamentales. Como dijimos, la posibilidad de que los tercerizados lo cobren cuando se canjea por la suma fija es mínima. Por el otro, al canjearlo se abre la puerta de que las empresas exijan requisitos de toda índole para su pago, como ya lo demuestran La Virginia y Synthon. El otro es que la apertura de guarderías plantea un crecimiento de los puestos de trabajo, y una modificación sustancial en los lugares de trabajo, que deberían adaptarse a la presencia de guarderías, incluida la discusión del régimen de turnos para que se adecuen al esquema de guarderías. Del lado del canje por sumas fijas, en perjuicio de los trabajadores -en particular los tercerizados- se encuentran hasta ahora el 100 % de las patronales y el 100 % del sindicalismo del país -incluido el "combativo".

Un punto gris que plantea el "canje" -entre tantos- sobre la reglamentación de la ley es el monto del pago: según la ley, el importe mensual a reintegrar no podrá ser inferior a una suma equivalente al CUARENTA POR CIENTO (40 %) del salario mensual correspondiente a la categoría “Asistencia y Cuidados de Personas” del personal con retiro del régimen previsto en la Ley N° 26.844 –vale decir a la fecha a $ 33.393- o al monto efectivamente gastado en un servicio de guardería, en caso de que este sea menor." (Abogados.com.ar) Es decir que el reintegro por guardería tiene como mínimo, y no como tope, la suma de $ 33.393.

El otro punto, que no está claro, es la vía de actualización de esta suma, aunque esté atada a las paritarias del sector del personal de Asistencia y Cuidados. Al no estar especificado, se asume que la actualización es automática, aunque es claro que las empresas buscarán la vía para atrasarse en las actualizaciones, en medio de una escalada inflacionaria. El canje de cualquier derecho por una suma fija es una vía directa para su desvalorización.

Una tarea histórica, retardada

El paso de décadas de la conquista de las guarderías, entre que se conquistó la ley hasta el inicio de su aplicación, ha generado que se ha heredado de una generación a otra un derecho que es una reivindicación universal para conquistar el derecho al trabajo de la mujer. Los sindicatos, las federaciones y la burocracia sindical en su conjunto han permitido durante años que la ley de guarderías quede sin reglamentar. En la actualidad el reclamo de guarderías no estaba en la agenda ni del movimiento de mujeres, salvo excepciones. Ahora que la ley está reglamentada, buscan la manera de ahorrarle a las empresas el dolor de cabeza de poner en funcionamiento las salas de cuidado en los lugares de trabajo, y permiten que las empresas esquiven de mil y una manera el cumplimiento de la ley.

Las mujeres y los hombres de la clase obrera tienen una tarea fundamental por delante: reclamar la instalación efectiva de las guarderías en los lugares de trabajo; reclamar que se universalice el derecho a los trabajadores de empresas de menos de 100 trabajadores; reclamar que los trabajadores del Estado tengan igualdad de derecho con los privados y tengan acceso al derecho de guarderías.

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