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La clase obrera santafesina atraviesa una crisis sin precedentes. De la mano del ´industricidio´ y los ajustes del ggobierno de Pullaro, la pérdida salarial y el desempleo crecieron a máximos históricos.
Según un informe del Grupo MATE (Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía), el recorte de gastos excedió ampliamente la caída de los recursos provinciales. En otras palabras, el Ejecutivo provincial decidió recortar más de lo necesario en un contexto de por sí recesivo y de caída del consumo.
Los salarios de la administración pública -con la docencia a la cabeza- cayeron a su piso histórico, las jubilaciones perdieron peso en el presupuesto como no ocurría desde hace más de quince años, y el malestar crece en sectores obreros que se encuentran con despidos, suspensiones y cierres de empresas.
En detalles, el gasto en remuneraciones cayó a su mínimo en comparación con los recursos disponibles: del 42% al 32%. A su vez, cada trabajador estatal perdió en promedio 6,2 millones de pesos desde el inicio de la gestión Pullaro. En 2023, de cada 100 pesos de recursos provinciales, 20 se destinaban al pago de jubilaciones. Hoy, esa cifra cayó a 16 pesos, el nivel más bajo en más de una década.
Se contabilizan 6.000 pérdidas de puestos de trabajo en la industria santafesina, mientras que cada trabajador del sector privado perdió en promedio 1,4 millones de pesos de bolsillo desde diciembre de 2023 hasta mediados de 2025.
En la industria, el comercio y los servicios, también se observan caídas significativas, con un impacto directo en la calidad del empleo y los ingresos de los hogares.
En paralelo, según datos del INDEC, en el Gran Rosario el desempleo trepó al 7,7%, lo que representa un incremento frente al 7,2% interanual y también frente al 7,1% medido en los primeros tres meses de 2025. En tanto, en el Gran Santa Fe, la desocupación fue del 5,5%, lo que marca un aumento respecto al trimestre anterior, cuando se había ubicado en 4,2%.
La confirmación de un escenario crítico va de la mano de la decisión del gobierno provincial de aplicar un ajuste aún mayor que el de Milei. Mientras Pullaro se embandera con el “interior productivo” y exige la quita de retenciones para el agro, deja pasar despidos y cierres de empresas, aplica recortes en programas estratégicos de salud y educación, y cierra paritarias miserables por decreto desconociendo la voluntad de los propios trabajadores públicos.
El argumento de la “responsabilidad fiscal” y la búsqueda del equilibrio, excede en Santa Fe todas las cuentas. Porque además de la profunda motosierra, el gobierno recibió el mayor crédito internacional de la historia de la provincia: más de mil millones de dólares que no se sabe en qué se usan. A su vez, fijó en la nueva Constitución que los puertos del sur continúen en manos privadas para que siga el negocio del narco y las grandes exportadoras.
Lejos está también de poner en marcha un plan de obras públicas que reactive el empleo y la infraestructura de la provincia. Reclama a Nación por las rutas, pero las únicas obras que ejecuta son las que benefician al agronegocio, como el tercer carril de la autopista Rosario–Santa Fe.
Es importante destacar que el gobierno no actuó solo. La complicidad y la omisión de las burocracias sindicales de todos los colores completan un panorama desolador y desconcertante para la clase obrera santafesina. A su vez, las patronales lo aprovechan para bajar salarios, degradar las condiciones de trabajo y liquidar las comisiones obreras combativas.
En un contexto de graves dificultades de la población, se ve una reacción importante de la clase obrera que se planta ante los despidos y suspensiones. La lucha contra el industricidio, por el empleo, el reparto de las horas de trabajo y el salario igual a la canasta familiar, es parte central de la campaña que estamos desarrollando desde Política Obrera en toda la provincia. Con esta orientación vamos a recorrer las principales concentraciones obreras y oponer una salida de los trabajadores a la crisis.
