Elecciones en el SUTNA: los balances del Partido Obrero y el PTS

Escribe Julio Gudiño

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El Partido Obrero, como era de esperar, ofrece como balance un panegírico. El articulista oficial de Prensa Obrera, Juan Pablo Rodríguez, usa la mitad de los 12 mil caracteres de su artículo para referirse en forma abusiva a “una etapa signada por una ofensiva patronal sin precedentes”. Este modo de presentar un balance político pretende ocultar al lector el retroceso político y organizativo de la lista Negra que el Partido Obrero orienta e ignorar su responsabilidad en los duros golpes recibidos por los trabajadores del Neumático.

Rodríguez quiere arbitrariamente interpretar el desplome electoral de la Negra cargando las tintas sobre la patronal que usó “todos los recursos posibles para barrer con la dirección combativa del SUTNA”. Es todo lo contrario, la Negra colaboró con la aceptación de un nuevo régimen laboral de precariedad y flexibilización. El aparato del PO pretende ocultar la política desmovilizadora que él mismo le impuso a la dirección del SUTNA para afrontar la mayor ola de despidos en la historia del gremio y de las derrotas sufridas. El Partido Obrero trabajó sistemáticamente en el Neumático, durante el último año y medio, para impedir el desarrollo de una huelga general con piquetes y ocupación de fábrica para enfrentar los miles de despidos. Las consecuencias de esta política desmovilizadora están a la vista: congelamiento salarial, despidos en masa, desmoralización política entre la masa obrera y el retroceso electoral y político de la Negra en todo el gremio, con la excepción de la delegación de Córdoba. No es sólo la Negra la que ha retrocedido –es el conjunto de la vanguardia del SUTNA, atomizada en varias listas.

Respecto de FATE, el Partido Obrero responsabiliza del retroceso electoral de la Negra, además de a la patronal, nada menos que al FITU. Asegura que “hubo un acuerdo entre la Granate y la Roja para llamar a votar a la Naranja”. Si esto hubiera sido así, el PTS (Granate) y el PRC (Roja) deberían haber levantado su boleta, lo cual, probablemente, hubiese puesto a la Naranja al mando de la seccional San Fernando. Los obreros de FATE sacaron sus conclusiones respecto del preacuerdo entre Crespo y Madanes Quintanilla, para imponer un cambio de sistema de trabajo flexibilizador que fue rechazado por la masa obrera en dos asambleas generales de fábrica y que la lista Negra desoyó, instigada por el Partido Obrero. Sin lugar a dudas, toda esta experiencia política de los trabajadores determinó que más de la mitad de la fábrica votase contra la Negra.

Con relación al “empate” electoral en Pirelli, Rodríguez ensaya una justificación. Afirma que muchos obreros fueron llevados de las narices por los supervisores a votar por la Multicolor y que otros tantos votaron por otras listas amenazados por la patronal. Para Rodríguez los obreros son marionetas manejadas por los aparatos, cuando el mismo PO es y actúa como un aparato. También, según Rodríguez, aquí la votación a la Negra cayó porque a algunos candidatos de la Negra se les prohibió el ingreso a fábrica (como hemos denunciado oportunamente desde estas páginas), pero también es verdad que, de 13 delegados de la Negra, solamente quedaron en fábrica ¡tres!, porque en el transcurso del último año y medio, estos compañeros fueron rompiendo con la orientación política de la Negra (algunos renunciaron y se fueron, otros renunciaron a su condición de delegados y siguen trabajando y otros se pasaron a la lista Multicolor). Por último, Prensa Obrera anticipa que el balotaje para elegir la nueva dirección en la seccional de Merlo deberá esperar hasta que exista “plena libertad sindical y de organización en las mismas condiciones para el conjunto de los trabajadores, contra todo apriete y amenaza patronal”, una forma velada de postergar la definición para las calendas griegas.

El PTS hace cuentas

Al día siguiente de finalizadas las elecciones nacionales y seccionales en el SUTNA el PTS presentó un balance político que se limita a describir los resultados electorales nacionales y seccionales. Se señala, por ejemplo, que la votación nacional a la lista Negra cayó del 73% en 2021 al 47% en 2025; que en Pirelli empató con la lista Multicolor y que la lista Negra se quedó con la seccional de FATE por 22 votos. Todo este detalle y rigor estadístico apuntan a sostener su principal conclusión política a saber: “la Lista Negra ha dejado de ser la amplia mayoría del gremio para pasar a ser la primera minoría. En las distintas seccionales se ha expresado esto también”. Sorpresivamente, a la hora de evaluar la performance política y electoral de la Granate (PTS), que se presentó solo en FATE y en un frente con la lista Roja (PRC), el PTS abandona la rigurosidad estadística y afirma que su lista quedó en “tercer lugar” sin mencionar que obtuvo sólo 40 votos, bien lejos de los más de 300 votos que obtuvieron por separado las listas Negra y la Naranja.

En conclusión, la política desmovilizadora y faccional del FITU balcanizó la conducción del SUTNA y, en la reyerta de aparatos, son incapaces de ofrecer un programa político para someterlo a un debate sin concesiones entre los activistas del Neumático para abrir paso a una reconstrucción del clasismo en el SUTNA.

Revista EDM