Tiempo de lectura: 3 minutos
Producto de la creciente organización y movilización de cientos de personas organizadas en el colectivo "Trabajadores y afiliadxs en defensa de ObSBA", se informó en las últimas horas la renuncia de los principales directivos de la obra social. Renunció la vicedirectora Agustina Olivero Majdalani, hija de la ex subdirectora de la AFI durante el gobierno Macri y designada a dedo por el gobierno porteño en mayo de este año.
En su lugar asumió Diego Carusoni, Director General de Administración Medicina del Trabajo del gobierno de Larreta desde septiembre de 2017. Fue el impulsor de la instalación del sistema MIA para la justificación de ausencias por motivos de salud. Este método es denunciado por los trabajadores del GCBA debido a que vulnera sistemáticamente el derecho al uso de licencias médicas, rechazando arbitrariamente indicaciones de reposo durante los días de enfermedad. En el caso de quienes trabajan en educación la situación se agrava debido a que, si no se otorgan 3 días de licencia consecutivos, no se permite pedir suplente y los grupos de estudiantes se quedan sin profesor al frente.
Otro de los funcionarios que renunció a la obra social es el Dr. Juan Carlos Piersanti, representante por la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires. Su excusa es que “retoma el cargo que tiene en el Hospital General de Agudos “Dr. Parmenio Piñero” (Tiempo Argentino, 5/8).
Lo cierto es que estos directivos huyen porque no quieren quedar involucrados en las denuncias por el desfalco del que vienen siendo parte; los que entran, también designados a dedo como los anteriores, garantizan que siga el mismo negociado a costa de la salud de los trabajadores dependientes del GCBA.
La única posibilidad de recomponer la obra social de los trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires es la apertura de los libros de contabilidad, que quienes hayan malversado fondos sean investigados y rindan cuentas y que sean los propios afiliados y los trabajadores de ObSBA quienes tomen las riendas del manejo de los fondos de la caja a la que mes a mes tributan el 6% de su salario. Sólo de esta manera se le va a poner fin a los negociados gerenciados por el Gobierno de la Ciudad y la burocracia sindical de Sutecba, una verdadera mafia patotera que usufructúa desde hace cuatro décadas la caja de lo que ayer fuera IMOS antes de ObSBA.
Gracias a esta organización se han conseguido algunas mínimas conquistas como el otorgamiento de turnos presenciales, se empezaron a otorgar algunos tratamientos que estaban paralizados, retrocedieron en el intento de la implementación de copagos, se restituyó la atención en algunos de los prestadores tercerizados que habían suspendido el servicio. Producto de la movilización el presidente de Directorio, Juan Carlos Cela, se vio obligado a recibir a representantes del colectivo que le hicieron entrega de una carta con demandas apoyadas con cientos de firmas. El próximo martes 9, a las 13 hs, volveremos para exigir respuesta.
Por otra parte, direcciones sindicales que venían haciendo la plancha se vieron en la obligación de pronunciarse sobre la problemática ante los reclamos de las bases. Fue el caso de UTE, Ademys, Camyp y ATE Capital. Sin embargo, ninguno ha convocado a una lucha en regla. Sólo denuncismo y actos para la foto. Esto es insuficiente. Necesitamos una lucha a la altura del ataque.
Es urgente:
La conformación de una comisión controladora con afiliados y personal de salud. Fuera la burocracia sindical, los gobiernos y sus empresas amigas de nuestra obra social. Investigación a todos los responsables políticos y sindicales de este desfalco.
La apertura de los libros de la obra social. Elaboración de un plan que permita restituir las prestaciones médicas perdidas, la cobertura al 100% de los medicamentos crónicos, el nombramiento en planta de más profesionales así como las remodelaciones edilicias y de infraestructura necesarias.