Salud CABA: un aumento que hunde los salarios

La semana pasada cerró el acuerdo paritario correspondiente al 2023 de los trabajadores y trabajadoras de los hospitales públicos que dependen del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. A la entrega de los salarios por parte de las burocracias de Asociación de Médicos Municipales, Federación de profesionales y SUTECBA, ahora se suma la de ATE de Catalano.

Una estafa

En línea con el techo del 60 % que pretende imponer Massa para cumplir con el FMI, ATE anunció una paritaria de un 60 % en cómodas cuotas (6 % en enero a cobrar por complementaria, 5 % en febrero, 9 % en abril, 10 % en junio, 10 % en agosto, 10 % en octubre y 10 % en diciembre), con revisiones y cláusulas gatillo cada tres meses, que los trabajadores sabemos muy bien que nunca se cumplen. Según la directiva, esto superaría la inflación prevista. Pero la inflación de enero en la Capital Federal se disparó al 7,3 %, según Índice de Precios al Consumidor de la ciudad de Buenos Aires (IPCBA).

Esto es una estafa y un recorte salarial. El ritmo inflacionario en los alimentos galopa de la mano del de los servicios públicos, prepagas y servicios de comunicación. Los sindicatos amigos del gobierno, como ATE Capital, hacen alarde de 'custodiar' los inexistentes 'precios justos'. Lo único que no custodian es el salario.

Al retraso con respecto a la inflación, hay que sumarle que los “aumentos salariales” son en base al sueldo de diciembre, por lo que no se consideró la pérdida de estos dos últimos meses en que no hubo aumento. La burocracia sindical justifica el aumento en cuotas bajo el argumento de que, de esta manera, será menor el impacto en aquellos trabajadores que tributan ganancias; una mentira flagrante ya que la mayoría de los salarios de salud en CABA están por debajo de la canasta familiar, valorizada ya por encima de los $250.000.

Se organiza el rechazo

Las conducciones sindicales, ya sea de AMM, Federación, SUTECBA y ATE no promovieron la intervención de las bases. En lugar de convocar asambleas en los lugares de trabajo a fin de organizar un plan de lucha por salarios ajustables a la inflación y que superen la canasta familiar, cerraron paritarias a espaldas de los trabajadores.

Pero, pese a las maniobras de la burocracia sindical para contener el descontento, los trabajadores ya comenzaron a reaccionar (a pesar de la etapa estival). Comienzan a organizarse en pequeñas asambleas, como la de profesionales de planta autoconvocados y la de los residentes y concurrentes. También han manifestado su rechazo la APSS (Asociación de Profesionales de Servicio Social) y las dos listas que dirigen la AGIHM, en el Hospital Moyano.

Reforcemos el camino de las asambleas y vamos por paritarias con delegados paritarios electos por las asambleas, con mandato y revocables. Única manera de ser responsables frente a los trabajadores.

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