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La revisión de la paritaria de La Bancaria terminó sumando al 32,5% acordado en abril, un incremento de las cuotas del 33,5%, acumulando un aumento nominal del 66% en el semestre enero-julio. Además, la Bancaria actualizó el bono por el Día del Bancario, que arrancará en 343 mil pesos para la categoría más baja. Durante las negociaciones, la Bancaria habían amenazado con medidas de fuerza, lo que finalmente, con la firma del acuerdo, no ocurrió.
La Bancaria detalla que el aumento adicional será distribuido en cuatro cuotas – 6% en abril, 14% en mayo, 11,9% en junio y 10% en julio. Aclaremos: los aumentos, a diferencia de la inflación, no son acumulativos, por lo que la base de cálculo seguirá siendo el salario de diciembre de 2022, que desde entonces ha perdido la mitad de su poder adquisitivo.
Desde la conducción del gremio, alineada con el kirchnerismo, publicitaron como una gran conquista este acuerdo. Entre el básico y el bono, el salario inicial del trabajador bancario llegará, recién en julio, a 400 mil pesos, una cifra que hoy apenas cubre la canasta familiar, mientras los banqueros acumulan cantidades siderales de pesos. Los números de la inflación de mayo apuntan arriba del 10% y los pronósticos sobre la inflación anual se ubican por arriba del 126% que se estimaba en abril. Incluso el Banco Central analiza discontinuar el Relevamiento de Expectativas de Inflación (REM) que realiza entre los economistas ´para no fomentar expectativas´. La tasa de interés de las Leliqs, en poder de los bancos, alcanzó en abril el 140% anual. El aumento salarial del 66%, por lo tanto, representa casi nada para bancos, cubiertos por partida doble – por inflación y por el dólar.
Asimismo, el acuerdo no contempla ninguna cláusula de actualización automática sino una nueva negociación recién en agosto, lo que mantiene incólume la política del gobierno de que los salarios corran por detrás de la inflación.
La revisión de la paritaria Bancaria, así como otros acuerdos que van arriba del 30% por tres meses (químicos, avícolas), son la prueba del derrumbe de la pauta salarial del Gobierno, originalmente del 30% semestral para enero-junio. Con los números de inflación vigentes, el gobierno ha soltado lastre, con la convicción de que, aun con acuerdos cortos, los salarios seguirán perdiendo con la inflación, que se empina hacia una híper.
La necesidad de una indexación mensual de los salarios, acumulativa, revela toda su actualidad en la discusión salarial de los bancarios. Palazzo tuvo que activar la cláusula de revisión en mayo de una paritaria firmada en abril. Y seguramente tendrá que revisar antes de agosto lo que firma ahora. Los acuerdos trimestrales o semestrales mantienen a los sindicatos y las Cámaras en una especie de negociación paritaria permanente, que no compensa la inflación, pero desalienta cualquier reclamo salarial independiente.
Al igual que la paritaria inicial, la revisión de la Bancaria se hace por fuera de toda discusión de los trabajadores. Los interesados en la negociación no son partícipes de la misma ni para ser consultados en su aprobación. Palazzo y el kirchnerismo sindical, al igual que ´los Gordos´ de la CGT, se opone por el vértice a la intervención de los trabajadores en la vida de los sindicatos.
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