Organicemos la revancha contra la aprobación parcial de la ley anti-obrera

Nota de tapa de Política Obrera N°94 edición impresa.

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La camarilla de Milei logró la sanción del proyecto de la "Ley de Bases" en la Cámara de Diputados.

Impuso la "reforma laboral" que destruye derechos del trabajo y profundiza la precariedad laboral.

Entre otros tantos atropellos a la democracia y a la autonomía política de Argentina, obtuvo una delegación de poderes legislativos al Ejecutivo y la consagración del DNU/70 en la mayoría de sus disposiciones.

¿Por qué consiguió esta victoria política, incluso después de la marcha gigantesca en defensa de la Universidad?

La obtuvo por la colaboración de la burocracia de la CGT.

Esa burocracia no movió un dedo por bloquear este ataque estratégico contra los trabajadores, sino que colaboró con su aprobación. Se reunió con el gabinete del gobierno liberticida para pactar un acuerdo, que luego gestionó a través del diputado Pichetto y la LLA. Nada que sorprenda de la burocracia sindical.

La colaboración cegetista ha sido un sabotaje alevoso contra numerosos sindicatos que se ven golpeados por el impuesto a las ganancias sobre los salarios. El Sindicato de Aceiteros se encuentra desarrollando una huelga por tiempo indefinido, que ha paralizado los puertos de Rosario.

Hablar de la CGT es, sin embargo, hablar del peronismo, que subió a la CGT a la tribuna en la Marcha del 24 de Marzo. Es, como dice la burocracia, “la CGT peronista”. No importa lo que CFK escriba en Twitter y cómo vote el bloque parlamentario K, que está en minoría: el peronismo y el kirchnerismo han colaborado, en la situación en que se encuentran, con la victoria política de los enemigos de la democracia y la libertad, en la sanción de este ataque a la clase obrera.

La sanción definitiva de este proyecto de ley debe pasar por el Senado. Pero ni Daer o Moyano, ni Cristina Kirchner han anunciado una acción para derrotarlo en esa instancia.

Desde nuestro partido, Política Obrera, llamamos a una campaña de pronunciamientos en los lugares de trabajo para bloquear la sanción de la ley y para reclamar la inmediata actualización de salarios y jubilaciones, con un aumento general del ciento por ciento.

Llamamos al Sindicato Aceitero a convocar a una huelga general del conjunto de los sindicatos para bloquear el nuevo impuesto al salario, en especial a los petroleros y a los diversos sectores del transporte, como Camioneros, Aeronáuticos, Portuarios.

Convirtamos la media sanción del proyecto criminal en una victoria pírrica de los liberticidas y sus cómplices, mediante una vigorosa reacción política. Las patronales vienen por todo, como lo demuestra el bloqueo que han hecho en el Consejo del Salario Mínimo y los 40.000 despidos que ya se han producido, en el marco de una recesión inducida y provocada con esa intención.

Frente a la entrega descontada de la burocracia sindical, promovamos autoconvocatorias, coordinadoras de luchas, plenarios sindicales de delegados, para terminar con este gobierno antiobrero mediante la agitación política, la movilización y la huelga general.

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