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La Cámara Federal de Casación Penal, compuesta por Carlos Mahiques, Diego Berroetaveña y Angela Ledesma calificó a Irán como “Estado terrorista” y “autor responsable”, junto a Hezbollah, de los atentados a la Embajada de Israel en 1992 y AMIA en 1994. La ´sentencia´, de todas formas, no se desprende de la causa principal -paralizada- que investigó los atentados, sino de una causa conexa sobre las irregularidades y encubrimiento referidas a la investigación.
La responsabilidad apuntada contra Irán es sostenida por Mahiques y Berroetaveña mediante inducciones sustentadas por otras inducciones. Estos jueces ´razonaron´ que los atentados responden a una decisión política de Irán de ´vengarse´ de la cancelación del Estado argentino de tres contratos de provisión de material y tecnología nuclear, luego de la alianza de Carlos Menen con EEUU y la participación argentina en la guerra del golfo en 1991. Esta decisión habría sido ejecutada por la organización Hezbollah “que actuó bajo la inspiración, planificación y financiamiento de organismos estatales y paraestatales”.
En una entrevista en Radio Mitre, Mahiques, amplía sus especulaciones: “(los atentados) responden a un programa escatológico, apocalíptico, que pretende instalar una suerte de califato universal. A partir de allí surge claro (sic) que hay una interdependencia. Hezbollah no es un organismo estatal, aunque gobierna en El Líbano. Tiene un brazo militar y una expresión política”. “Hay un lazo muy demostrado entre la conducción del Gobierno de Irán y Hezbollah. Allí es donde uno llega a la conclusión (sic) de que Hezbollah no podría haber hecho un atentado como el de la AMIA sin la planificación, el armamento del Estado Islámico de Irán”. De toda esta catarata de especulaciones no se ha aportado una sola prueba. Todo lo contrario, el fallo reitera la “necesidad” de “acceder acabadamente” al contenido de la documentación y archivos de la ex SIDE, los cuales 30 años después de los atentados siguen sin desclasificarse. El fallo solicita “que se activen e intensifiquen los canales diplomáticos para reunir la información de los servicios de inteligencia”. No hay nada, por lo tanto, en el expediente que justifique alguna de las aseveraciones de estos jueces. La tercera jueza, Angela Ledesma, que no firmó el fallo, sostuvo que la conclusión “resulta ajena a la materia del proceso”. El fallo que responsabiliza a Irán incluye su responsabilidad en el atentado a la Embajada de Israel, del cual se tienen todavía menos pruebas reunidas que en el de la AMIA y el cual está en competencia de la Corte Suprema. Asistimos a un fallo totalmente alejado de lo judicial, eminentemente político y militar y que involucra a la Argentina en la contienda mundial del sionismo y los EEUU contra Irán y Palestina.
Por debajo de esta operación política internacional lo cierto es que el fallo referido a la causa por el encubrimiento del atentado a la AMIA reduce las condenas y agrega una nueva capa de impunidad en lo referido a la “conexión local”. Al destituido juez Galeano, el primero en investigar el atentado, se le redujo la condena de 6 a 4 años por el dictado de resoluciones que contenían “hechos y pruebas falsas”. A los exfiscales Barbaccia y Mullen se les atenuó la calificación de los hechos y se los condenó a dos años de prisión en suspenso como partícipes secundarios del encubrimiento. Se absolvió. además, a todos los involucrados en la llamada “pista Siria”, referida al desvío de la investigación que en un primer momento apuntaba a un sirio libanés, Alberto Kanoore Edul, vinculado con Carlos Menem, otro absuelto en primera instancia por el encubrimiento. El fallo confirma otras responsabilidades como la del exdirector de la SIDE Hugo Anzorreguy, exsubdirector de Contrainteligencia Patricio Finnen y de Telleldín, el aparente dueño de la camioneta que explotó en la AMIA responsabilizado, no por ser dueño del vehículo, sino por la aceptación de un soborno de 400 mil dólares para señalar a policías bonaerenses como nexos locales.
En estas horas las noticias informan que la ministra Patricia Bullrich ha reforzado la seguridad en el conjunto de asociaciones judías. Mahiques amplia que su fallo “tiene que ver con la seguridad nacional” y que “es llamativo que nunca se hayan roto relaciones diplomáticas con Irán”. El juez aventura consecuencias “de hechos terribles”. “Es posible que dicten una fatwa (sentencia religiosa), como a Nisman, nos tenemos que manejar sin paranoia”. Excediéndose en sus facultades el fallo solicita a los poderes Ejecutivo y Legislativo “que definan a la brevedad políticas públicas en relación a la instauración del proceso en ausencia” y “la creación de agencias federales de investigación para delitos complejos como el terrorismo”. El proceso en ausencia refiere al juzgamiento sin la participación de los acusados, cuestión sin precedentes en el sistema penal argentino. Sobre la investigación de ´terrorismo´ Mahiques incorpora la “situación en Rosario” referida al narcotráfico. El alineamiento con la OTAN y EEUU en su guerra internacional exige una militarización completa del Estado argentino.
El fallo judicial envuelve a la Argentina en la guerra internacional del sionismo y los Estado Unidos, con un ojo puesto en Irán y el otro en China y Rusia. Así lo ha demostrado Milei en su apoyo entusiasta a la inauguración de una base militar norteamericana en el sur argentino. Los vínculos con el Estado de Israel comprometen a la Argentina en una política de genocidio contra el pueblo palestino, referenciado en Hamás y vinculado por los servicios israelies con el regimen iraní. La causa AMIA y el atentado a la embajada de Israel fueron históricamente instrumentadas en función de los giros de la política internacional del imperialismo, en primer lugar, y del propio Estado Argentino. A la saga de la acusación contra Irán por “terrorista” se buscará el efecto secundario del juicio contra Cristina Kirchner por el “memorándum de entendimiento”, votado por el Congreso argentino pero que nunca entró en vigor. En ese entonces la política de “entendimiento” era promovida por los propios Estados Unidos para controlar el desarrollo nuclear iraní. Los giros en la política internacional desairaron al tándem Nisman-Stiusso en primera instancia y luego al propio kirchnerismo, que terminó involucrado en estas negociaciones. Hoy la política de guerra abierta de los Estados Unidos encuentra en Milei a un socio excluyente.