Económicas-UBA: elecciones de consejeros quitan un "asiento" al radicalismo

Escribe Pablo Flores

La lucha de las camarillas universitarias en su propio laberinto.

Tiempo de lectura: 3 minutos

En los días 27, 28 y 29 de mayo se desarrollaron las elecciones de consejeros directivos por el claustro de graduados de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. La Lista Naranja (Nuevo Espacio-Franja Morada) y la Lista Verde (PJ y aliados) obtuvieron, respectivamente, mayoría y minoría de las bancas, con un 67,1% y 21,48% de aproximadamente 3400 votantes. Las elecciones en FCE forman parte de la primera tanda de elecciones en la UBA de consejeros graduados desdobladas de estudiantes -en el 2do cuatrimestre- a la par Medicina y Agronomía, sumando a Psicología y Derecho en junio, en el marco de la autoextensión de mandatos de autoridades votada en noviembre de 2023 por la asamblea universitaria. La ruptura del monolitismo morado asestada por la Verde, al tiempo que la peor elección del MxE (PO oficial) en una década, son un reflejo refractado del impasse que corroe la lucha de camarillas en la universidad tras la gran marcha educativa y el golpe de Estado propinado por los rectores en la universidad.

La “oposición” en FCE

La Lista Verde, conformada en 2017 como colectora nacional y popular de agrupaciones para superar el cerrojo radical sobre el Consejo Directivo, obtiene la primera oposición agrupada en 15 años. Los guarismos decrecientes -propios y generales- descartan, con todo, el desarrollo de una oposición consistente: antes bien, verifica sólo el “mérito” aritmético de una política frentista. La misma ha encolumnado, en esta ocasión, elementos dispersos del propio seno de la izquierda que proporcionaron los avales y votos claves que no lograran tres elecciones de existencia anterior.

El MxE-Partido Obrero (oficial)-, por su parte, experimentó un hundimiento tanto nominal como en números reales en años. Al declive que venía arrastrándose de elecciones pasadas (del 5,5 % en el 2015 en tanto ‘Graduados de izquierda’, al 2,22 % del MxE en el 2022), se ha tocado fondo cosechando un 1,62 %: 54 votos que representan menos de la mitad de los avales necesarios para la presentación de listas para consejeros.

La performance electoral de la oposición al Rectorado en Económicas se presenta como dos caras de una misma moneda. La Lista Verde, por un lado, perforó el piso electoral como expresión contemporizadora de la gestión que, circunstancialmente, enfrenta al Rectorado —tras su pacto con el gobierno liberticida— en tanto la enrola a la burocracia sindical de ADUBA, bajo el estandarte de la “excelencia académica”; el aparato del PO, por su parte, encaró una campaña deslucida, por completo vaciada de una perspectiva política revolucionaria más que el que ser un sello apropiado —avalado por la junta electoral—, que se presenta como oposición formal al cogobierno peronista-radical de la universidad. La ausencia de toda campaña política confirma al MxE, en la práctica, como una colectora por izquierda de Nuevo Espacio.

Impasse por arriba, crisis de dirección por abajo

El que ha sido el centro neurálgico de la masiva marcha educativa el 23 de abril, encabezado por los Gelpi-Yacobitti, ha quedado presa del inmovilismo y el tutelaje de los golpistas universitarios. La política seguidista de nacionales y populares como de la propia izquierda, estando el salario docente y las becas de investigación golpeados por el congelamiento presupuestario y la miseria paritaria, constituye un callejón sin salida. En Económicas, que a comienzos del cuatrimestre tuvo una asamblea interclaustros, y en toda la universidad, está planteada la necesidad de un reagrupamiento del movimiento de lucha y el activismo, docente y estudiantil, librando una lucha estratégica contra el gobierno de Milei y los rectores, con autoconvocatorias y medidas de acción directa.

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