Alimentación: una “cuenta regresiva” hacia la paritaria cero

Escribe Pablo Busch

El apoyo político de la burocracia de STIA a Milei-Caputo.

Tiempo de lectura: 2 minutos

La Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA) cerró ayer el primer cuatrimestre de la paritaria 2024, con un aumento total del 18,5% en cuotas decrecientes: 5% en mayo, 4,78% en junio, 4,1% en julio y 3,47% en agosto. Las cuotas son acumulativas, ero no remunerativas a fines previsionales. El acuerdo lleva el básico inicial de junio a 796 mil pesos y, en agosto, a 938 mil pesos.

Políticamente el acuerdo significa un fuerte aval de la Federación del STIA al plan político de Milei-Caputo. Los salarios se adaptan a una inflación decreciente, de acuerdo a los planes recesivos del Gobierno. Es una cuenta regresiva hacia aumentos del 0%. Los paritarios del STIA firman un acuerdo decreciente incluso cuando todos los análisis indican que, en junio la inflación volvió a acelerarse respecto de mayo. La cláusula de revisión de agosto, por ese motivo, no es ´gatillo´. Significa que si es que cualquier compensación por las pérdidas por inflación, será incluida en las negociaciones que se iniciarán después de setiembre.

El apoyo político de la directiva peronista al gobierno antiobrero no se reduce a la paritaria. El sindicato no paró ni marchó contra la Ley Bases, como tampoco lo hicieron casi todos los gremios enrolados en el ala dialoguista de la CGT – Camioneros y otros sindicatos enrolados detrás de Pablo Moyano tampoco pararon y se movilizaron parcialmente al Congreso, por unas horas, cuando el Senado trató el proyecto. En las últimas semanas se organizaron plenarios de delegados donde se discutió la situación de la paritaria. En ningún caso se planteó enfrentar la reforma laboral incluida en el paquete de leyes de la Ley Bases, con el agravante de que el bloqueo de portones -considerado en la nueva norma una “injuria laboral” motivo de despido justificado- es una práctica habitual en el gremio, al que recurren habitualmente los delegados de fábrica. Incluso durante las negociaciones de esta paritaria, el STIA organizó luego de un paro de 2 horas una serie de bloqueos a las principales fábricas.

El argumento con el que han salido a defender este aumento es que las patronales “están durísimas” y que ahora tienen un gobierno que las favorece. Las patronales y el gobierno vienen degollando y los sindicatos siguen en el verso del “diálogo”, las conciliaciones y la protección del Ministerio de Trabajo – que se encuentra en manos de Milei y Techint. Los trabajadores pagamos carísimo el agotamiento completo de las organizaciones, de sus políticas y de los métodos con los que nos representan.

La burocracia del STIA cerró este aumento sin hacer asambleas en las fábricas, ni siquiera plenarios de delegados. Impulsaron en alguna seccionales consultas que no reunían un mínimo de seriedad – por más que triunfara el rechazo, el acuerdo se firmaba igual. Esto expresa que la burocracia es reacia a discutir su política frente a la paritaria de cara a los trabajadores.

Llamemos a asambleas en todas las fábricas para votar el rechazo a la paritaria en los términos de Milei; e impulsemos la lucha por aumentos de emergencia en cada fábrica y por un salario mínimo igual al costo de la canasta familiar.

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