Universidad: se va configurando el escenario de la huelga educativa nacional

Escriben Anahí Rodríguez y Daniel Blanco

Es necesaria una nueva Marcha Federal Universitaria.

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Luego de que el secretario de Políticas Universitarias firmara el 19 de julio pasado la resolución por la cual se otorgaba un aumento del 4 % al personal docente y no docente de las universidades nacionales, en el día de ayer, jueves 25 de julio, se dio a conocer el instructivo de liquidación y, para sorpresas de todos, el aumento pasó a ser del 7,5 %. Este nuevo porcentaje de aumento sigue siendo miserable y, por sobre todas las cosas, no repara la caída salarial que ha sufrido el salario de los trabajadores docentes y no docentes de las universidades, la cual, según qué referencia se tome, oscila entre 45 y 60 %.

La sorpresa se debe a que no hubo ninguna explicación de este aumento ´extra´, pues como ya es conocido, el gobierno decidió eliminar la paritaria salarial al dejar de convocarla.

Una explicación posible frente a este aumento es que estemos en presencia de una nueva maniobra del gobierno, dando una señal de disposición a negociar frente al hecho de que los distintos sindicatos y federaciones docentes y no docente están en vísperas de confirmar una huelga nacional a partir del 12 de agosto próximo.

Los distintos sectores sindicales de la docencia universitaria y no docente repudiaron el aumento unilateral y la supresión de las negociaciones paritarias, pero ofreciendo una carta negociadora que, a su turno, puede ser la excusa para que se dilate una nueva irrupción educativa como la que se produjo el 23 de abril pasado.

El segundo cuatrimestre ya arrancó en algunas universidades. Un reguero de asambleas van configurando la perspectiva de un proceso de lucha como el que se abrió a principio de año. En la Universidad de Córdoba, a raíz de una asamblea del colegio Belgrano, iniciaron una huelga y la decisión de no tomar las mesas de exámenes de julio.

Desde la FATUN (no docentes) han vuelto a declarar que no hay condiciones para el reinicio del 2° cuatrimestre.

Por su lado, el Consejo Superior de la UBA y el de la Universidad de Córdoba se declaran en “emergencia salarial”. Estas declaraciones, sin embargo, no desmienten que las mismas camarillas universitarias pactaron con el gobierno el aumento del presupuesto para ´gastos de funcionamiento´, a expensas de los salarios, para desarticular el proceso iniciado luego de la marcha del 23 de abril. Finalmente el gobierno incumplió su compromiso, según algunos medios, para lograr el objetivo de un nuevo superávit fiscal -trucho- en junio.

CONADU y CONADU H, por su parte, han votado realizar paros luego del 12 de agosto; en algunas universidades, será el no inicio; en otras, la suspensión de clases que ya comenzaron.

Hay convocadas distintas instancias que van a debatir estas medidas, su alcance y modalidad. Es fundamental precisar el programa de la lucha y la fecha de una nueva Marcha Federal Universitaria, para que, como el 23 de abril, irrumpa el movimiento estudiantil y popular en una lucha de alcance nacional.

Los próximos días son cruciales. Sectores de la burocracia docente, vinculados a la CGT, anunciaron que van a integrar la mesa de negociación con el gobierno y van a intentar bloquear un proceso de una lucha que ya demostró toda su potencialidad y que puede ser la puerta de entrada a un proceso de rebelión de todo el pueblo trabajador contra las políticas de hambre y superexplotación al servicio del gran capital del gobierno Milei.

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