Escribe Anahí Rodríguez
Sin alianza docente-estudiantil.
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El jueves 31 se llevó adelante un congreso de Memoria y balance de la CONADU H. El balance económico fue aprobado por unanimidad; la Memoria obtuvo una aprobación por la mayoría, con 15 votos a favor de un anexo que presentó la Multicolor y 5 abstenciones. La Memoria, que debería dar cuenta de las acciones llevadas adelante en el año anterior, no reflejaba ni la mínima crítica frente al actuar de la Federación bajo el gobierno de Fernández, con paros aislados que no condujeron a ningún lado, sólo al desgaste del proceso de lucha; y quizás lo más grave de todo, la firma de la última paritaria salarial con la adenda de un incremento de 6 % en diciembre y 10 % en febrero, condenando los salarios docentes, previa asunción de Milei, cuando todos los pronósticos era de que entre diciembre y enero el país iba a sufrir una disparada inflacionaria.
Durante el gobierno de Milei, el balance de la CONADU H no reflexiona sobre el corset que le colocó a la lucha universitaria luego de la marcha del 23 de abril, ni haber desviado expectativas en la Ley de Financiamiento Universitario. La Multicolor presentó un balance alternativo, que hace una crítica a la conducción, pero no se delimita de la Ley de Financiamiento. Esto porque los partidos el FITU fueron los que apoyaron el proyecto que presentó la UCR. Por estatuto, el balance de la Multicolor no podía ser votado por separado, así que mocionaron que el mismo sea integrado al balance presentado por la Conducción de la CONADU H como un agregado, convalidando el accionar de lo que justamente se critica. Se debería haber votado en contra, en última instancia.
Al día siguiente, el viernes 1o., se llevó adelante el Congreso Extraordinario para discutir la continuidad del plan de lucha. En los discursos de apertura, uno de los oradores principales fue el Secretario General de la CTA A, “Cachorro” Godoy, que saludó el encuentro que se habría producido la semana pasada entre las dos CONADUs en camino a la unificación de las CTAs. Luego de un extenso discurso, dejó señalados dos aspectos: que había que propiciar el “Frente institucional”, haciendo referencia al CIN, y que había que preparar una nueva marcha federal educativa para el 5 de diciembre, cuando se trate el Presupuesto en el Congreso. Con esto, rechazó la convocatoria de la Interfacultades a una Marcha a Plaza de Mayo para el 12 de noviembre.
En el informe de los debates en las asociaciones de base, algunas tenían mandato de que la marcha federal educativa se debería organizar de manera coordinada con el movimiento estudiantil el 12 de noviembre, que es la fecha que habían fijado diferentes asambleas autoconvocadas. La ADIUNT, señaló la necesidad de preparar la marcha federal educativa el 12 a Plaza de Mayo y los principales centros políticos del país, con la advertencia de que una marcha el 5/12 al Congreso significaba cancelar la lucha universitaria una vez superada la instancia parlamentaria. Marcamos que la rebelión educativa forma parte de un proceso de rebelión popular en desarrollo.
Con diferentes argumentos, el PCR y la Verde atacaron la convocatoria del 12. Algunos con posiciones faccionalistas contra el movimiento estudiantil; por ejemplo, que no podía ser que pretenda subordinarse la lucha docente. Otros argumentaron que el Frente Sindical ya había votado acciones para regionalizar la lucha universitaria del 1 al 15 de noviembre, y que estaban en la preparación de un festival para el 22 de noviembre. Luego del cierre de la lista de oradores, en un momento de discusión mientras se acomodaban las mociones, la Secretaria General señaló que no había oposición alguna, sin votación, y levantaron el Congreso, luego de señalar que iban a llevar la propuesta de la marcha federal a la mesa del Frente Sindical.
Las resoluciones llaman a la marcha federal para el 5 de diciembre cuando se trate el Presupuesto, como habían pactado con el Frente Sindical, y proponen al FS un acto festival el 22 de noviembre.
Es claro que todo el arco sindical y los rectores no sólo darán la espalda a la marcha del 12 de noviembre, sino que actuarán para desactivarla, como lo hicieron con las tomas estudiantiles.