Tiempo de lectura: 3 minutos
Desde el pasado miércoles 26, los trabajadores de la gráfica Morvillo mantienen una permanencia en la planta de la firma, ubicada en Avellaneda, contra el despido de los 250 trabajadores que allí trabajan. La patronal, que comunicó el cese de actividades y luego cortó todo tipo de comunicación con los trabajadores y cualquier tipo de actividad en la fábrica, insiste por la vía legal con un pedido de quiebra, a todas luces trucho. Morvillo supo ser una de las más importantes del sector. Su dueño presidió la Cámara de Empresas Gráficas (FAIGA) durante varias décadas. En la pandemia, Morvillo, junto a otras grandes fábricas, produjo material para el Estado, como folletos ilustrativos para la campaña contra el covid y, luego, manuales para las escuelas. Uno de los últimos trabajos realizados en los días previos al cese de actividades estaba dirigido al Ministerio de Capital Humano. Como se ve, la planta ha funcionado durante décadas realizando trabajos como proveedor del Estado.
En primera instancia, el juzgado comercial 12 rechazó la quiebra, a lo cual la patronal presentó una apelación en la Cámara de Apelaciones. Todo este operativo judicial se ha realizado sin ningún tipo de comunicación con los trabajadores que, sin embargo, acataron la conciliación obligatoria, dictada por el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, presentándose en la planta, respetando los turnos.
El viernes pasado (28/02), un plenario de delegados convocado por el sindicato gráfico en la puerta de Morvillo, rechazó el planteo de la asamblea de los trabajadores: una movilización general de los trabajadores gráficos, “en defensa de los puestos de trabajo en Morvillo, y en todas las plantas, ya que es un problema (los despidos) que azota a todo el gremio”. La única resolución adoptada por la burocracia de la Verde fue impulsar que los talleres rechacen hacer el trabajo de Morvillo, algo que los trabajadores gráficos hicieron de manera natural puesto que en 21 años Morvillo nunca pudo producir el trabajo de plantas en conflicto. La conciencia de una clase se forja en la lucha.
Ante la defección de la burocracia, la asamblea de fábrica discutió una convocatoria para este jueves 6 a un plenario abierto, en las puertas de la planta, para impulsar una movilización a la sede de la UIA y discutir otras iniciativas. Política Obrera estará presente con una delegación militante.
La patronal, que apuesta al desgaste de los trabajadores, cuenta con la complicidad de un Estado que está moldeando una reforma laboral sanguinaria, que busca despedazar todas las conquistas obtenidas por el movimiento obrero. Desde la estabilidad laboral hasta la posibilidad de cobrar una jubilación, pasando por la indemnización por despidos y otras. El otro gran cómplice es la Federación Gráfica Bonaerense, que viene observando desde la distancia la pérdida de puestos de trabajo. Está planteada la unidad con el resto del sindicato, asamblea por asamblea, para defender los puestos de trabajo, y las condiciones laborales en todo el gremio. Es rechazar la reforma antiobrera que la CGT viene haciendo pasar. Repartir las horas de trabajo disponibles entre los trabajadores y la ocupación de toda fábrica que cierre o despida. La extensión territorial de conflictos obreros, a los cuales se han incorporado los docentes de varias provincias, plantean la necesidad de unificar la lucha mediante un programa y una acción común.
La patronal de Morvillo promueve un lockout, los trabajadores responden con una permanencia Avellaneda. Por Eme Ku, 27/02/2025.