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Luego de que en el mes de julio el ícono de la industria textil marplatense despidiera a 150 operarios, la firma acaba de anunciar suspensiones por 4 meses a más de 170 trabajadores. Las suspensiones entrarán en vigencia el lunes 17 de noviembre y se extenderían hasta el 31 de marzo de 2026; lapso en que sólo un pequeño grupo de 65 obreros continuará operando en la planta ubicada sobre la ruta 88.
La empresa argumenta que la medida que tomó a mitad de año obedece a la caída en las ventas y la acumulación de stock.
Desde la Comisión Interna aseguraron que “la apertura de las importaciones y la pérdida del poder adquisitivo están destruyendo la industria textil” y señalaron que, frente a las suspensiones previstas por 6 meses y con el pago del 75 %, se consiguió tras varias audiencias en el ministerio de trabajo, reducir el plazo, con un pago del 78 % y que el aguinaldo sea abonado en dos cuotas y no en tres.
En la empresa Textilana, una de las plantas textiles más importantes del país y que llegó a tener alrededor de 1.200 empleados, hoy quedan apenas 240 trabajadores, y de manera incierta.
Es el resultado de la política llevada adelante por Milei-Caputo, que expone el cuadro de derrumbe del consumo interno, de la avanzada de las importaciones y de la reforma laboral de facto y legalmente en ciernes.
Como se ve, nuevamente, la decisión de la patronal de Textilana ha sido la de servirse de esta situación para, de inmediato, descargar la crisis sobre los trabajadores.
Desde Política Obrera planteamos: ninguna suspensión, ningún despido, que la patronal sostenga los puestos de trabajo, que se repartan las horas disponibles sin afectar el salario y organización de los trabajadores para enfrentar la reforma laboral.
