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Los reemplazos de los ministros Patricia Bullrich y Luis Petri, según acaba de oficializar el gobierno, serán ocupados por Alejandra Monteoliva en Seguridad y Carlos Alberto Presti en el Ministerio de Defensa. Bullrich y Petri deberán dejar sus cargos para asumir, el 10 de diciembre, sus bancas en Senadores y Diputados, respectivamente. Otras vacantes que aún faltan cubrir son la dirección de Migraciones, un nuevo secretario de Seguridad, y al subsecretario de Articulación Federal. La designación deja vacante también la dirección del Ejército, ya que Presti se desempeñaba como jefe del Ejército Argentino desde que había asumido por decreto en medio de un conflicto interno en enero de 2024. Por ese motivo, los medios han destacado que se trata de la primera vez desde la restitución democrática que hay un militar al frente de la cartera de Defensa. El gobierno hizo énfasis en esta decisión en un comunicado que aseguraba que han “inaugurando una tradición que esperamos que la dirigencia política continúe de aquí en adelante y dando por finalizada la demonización de nuestros oficiales, suboficiales y soldados”.
En el caso de Monteoliva no hubo sorpresas. Según confesó el gobierno, “ha sido una pieza fundamental de la ‘Doctrina Bullrich’”, entendida como la lucha contra el “narcoterrorismo” y “organizaciones criminales” (la falsa carátula que usa Trump para intervenir militarmente América Latina). Monteoliva había sido Ministra de Seguridad en el gobierno cordobés de José De la Sota en 2013, y despedida tres meses después en medio de un narcoescándalo. El nombre de ésta ahora número dos de Bullrich “era el que más sonaba para seguir al frente del área, ya que era promovida por la ministra saliente”.
Diferente fue el caso del saliente Petri, que tenía sus propios candidatos para reemplazarlo en el cargo y que fueron desestimados. El designado Presti ha sido definido por los medios como un hombre de Karina Milei, quien habría sido la responsable directa de elegirlo para el cargo. “Hasta este sábado jefe del Ejército -cargo que ocupaba desde que asumió Javier Milei- fue a visitar a la hermana del presidente varias veces a la Casa Rosada. Allí llegaba vestido de traje y corbata, o sea de civil -como el cargo que va a ocupar ahora-, con la excusa de hablar de los Granaderos, el cuerpo militar al que los hermanos Milei les han dado enorme importancia. Los Granaderos tienen a su cargo la custodia presidencial y ese cuerpo depende de la Casa Militar, que comanda Karina” (Clarín, 22/11). La designación de un hombre de la hermana del presidente llega semanas después de que se desatara un conflicto entre los Milei con el jefe de la Armada, quien también estría de salida, ante la negativa del Almirante de llevar un destructor argentino como apoyo naval a la flota del Comando Sur al Mar Caribe en la línea del “narcoterrorismo”, donde se prepara una acción militar contra Venezuela. El almirante adujo la obsolescencia del destructor, aunque trascendió que tenía reservas debido a la ilegalidad que comportaría esta acción no autorizada por el Congreso.
El nombramiento de Presti viene a generar además una situación de cambio disruptivo en la cadena de mandos y entre las distintas ramas de las fuerzas, debido a que la costumbre castrense (no codificada) indica un orden jerárquico por antigüedad, como el del hasta ahora jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac, otro candidato que se mencionó para el puesto. Es lo que sucedió cuando Presti asumió la jefatura del Ejército, que debieron pasar a retiro 23 generales más antiguos, en lo que se llamó una de las mayores “purgas” en la historia de la cúpula del Ejército.
La designación de un militar al frente del Ministerio de Defensa tiene la intención de contener una crisis profunda entre las Fuerzas Armadas que ha tenido diferentes episodios desde que asumieron los Milei. Para Clarín, se trata de “un guiño [de Milei] a las Fuerzas Armadas, donde prima el malestar por los bajos salarios que se tradujeron en alrededor de 18 mil bajas -14 mil en el ejército- desde diciembre de 2023, un verdadero éxodo”. Pero la decisión de designar a Pestri puede tener su efecto contrario, según explica el diario, porque debido a la distorsión de los mandos “puede generar fuertes internas en medio de los serios problemas económicos que enfrentan las fuerzas, la crisis de la Obra Social conocida como IOSFA, entre otros. Presti no está vinculado a la política, y esa debilidad no es bien vista”. La propia llegada de Presti a la jefatura del Ejército se produjo “en medio de una crisis insólita para un gobierno que llegó al poder con el beneplácito de la familia militar” (Clarín, 24/01/25). Según Página/12, “todavía resuenan los ecos del malestar que generó la decisión de elegir a Presti, lo que provocó el pase a retiro de 21 generales”. La puja de los Milei por tener un control mayor sobre las Fuerzas Armadas viene desde la llegada misma al poder, cuando designó a la fórmula presidencial que había sido rival (Bullrich-Petri) para ocupar los cargos que habían sido prometidos a su vice, Victoria Villarruel, con fuertes vínculos con el Ejército y los exdictadores genocidas.
Presti es el hijo Carlos Roque Presti, militar acusado de crímenes de lesa humanidad contra 44 personas, que murió sin ser juzgado. El ministro de Defensa del peronismo, Agustín Rossi, salió al cruce de la designación afirmando que “a lo largo de más de 40 años, logramos consolidar la conducción política de la defensa bajo la dirección del poder civil. Con esta designación las Fuerzas Armadas quedan involucradas en el destino del gobierno, cuando deberían ser preservadas de cualquier circunstancia política”. Rossi olvida la designación de Milani, represor de la dictadura, al frente de los espías del Estado. Pero Presti, además, cuenta en su formación con haber sido jefe del batallón argentino de la “Misión de Estabilización de las Naciones Unidas” en Haití, es decir la intervención militar instalada en el 2004 bajo las órdenes de la Estados Unidos, que se retiró luego de 13 años de desastre, con denuncias de abusos y violaciones múltiples, de la cual Argentina participó bajo el gobierno de los Kirchner.
