Escribe Norberto Malaj
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El régimen dictatorial del clan Ortega —del ex líder sandinista, su esposa e hijos— acaba de echar lastre con la liberación de 222 presos políticos; los desterró y les quitó la ciudadanía una vez que maquilló esto tras fallos de la justicia y el parlamento que Ortega maneja a lo Ceausescu.
Desde 2018 cuando Ortega enfrentó una rebelión popular con métodos fascistas-paramilitares (más de 360 muertos), el régimen se caracterizó por su carácter cada vez más represivo a pesar de la formalidad de que siguen funcionando las “instituciones representativas”. Ortega no respeta organizaciones sindicales, ni de derechos humanos y se ha granjeado incluso una creciente hostilidad de fuerzas patronales, eclesiásticas e intelectuales, entre estos los siete ex candidatos presidenciales, en 2021 —los cuales están entre los 222 presos liberados—, y destacadas figuras que actuaron durante la revolución sandinista de 1979.
Junto a los 222 extraditados, el régimen despojó de la nacionalidad y de sus bienes a otros 94 exiliados, a los que declaró “prófugos”, entre ellos a los escritores Sergio Ramírez (también ex vicepresidente en la primera época de la revolución sandinista) y Gioconda Belli —también simpatizante de la revolución. Igual que los 222 expulsados del país todos entraron en la categoría de “traidores a la patria”.
Los 222 fueron enviados a EE.UU., con excepción de 35 opositores que no fueron liberados. Los familiares de estos denunciaron que entre los primeros hay varios dirigentes que “estuvieron al servicio del régimen y quienes fueron juzgados por delitos comunes, inclusive fue liberado un paramilitar confeso de crímenes de lesa humanidad" (Clarín, 15/2).
El obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, se negó a subir al avión por lo cual fue encerrado por la dictadura en una celda de castigo de la prisión Modelo de Managua, conocida como “Infiernillo” y un juez
lo condenó, en el acto, a 26 años de prisión.
El régimen orteguista se ha sustentado en el curso del tiempo en diversas fuerzas. Fue rabiosamente clerical —para lo cual cumplió con todas las exigencias que le impuso el Vaticano, desde la prohibición del aborto (incluso en casos de violación) a la implantación de la enseñanza religiosa en la escuela pública—; selló un pacto con el partido del ex presidente Alemán —uno de los más reaccionarios y pro-imperialista. Sin embargo, fue socavando cada uno de estos sustentos y en la actualidad no cuenta casi con ningún respaldo, a excepción de sus acólitos.
El régimen se reclama parte del `eje bolivariano´ junto a Venezuela y Cuba, pero en verdad ha operado como garante de las inversiones yanquis en el país. En 2021 la inversión extranjera directa captó 1.5 mil millones de dólares (una vez y media la de 2020) —casi el 10% del PBI nicaragüense—, con destino mayormente al sector energético y minero, procedente mayormente de EE.UU. y Canadá. “Nicaragua ha demostrado ser cada vez más atractiva como destino para la inversión extranjera directa” (Connect Americas).
Cuando La Nación titula que “la dictadura de Ortega se radicaliza” (15/2) debiera aclarar que sus medidas no tienen ni un ápice de antiimperialismo. Aunque no hubo declaraciones oficiales, El País de Madrid, sostuvo que se trató de un acuerdo de estado a estado. Por lo pronto los liberados viajaron en un avión fletado por EE.UU. y fueron escoltados en el aeropuerto de Managua por funcionarios del departamento de estado. Según esta misma fuente el acuerdo sería parte de un plan para que EE.UU. levante las sanciones que pesan sobre Nicaragua.
Todo indica que la principal preocupación de Estados Unidos no es la violación de los derechos humanos, sino que Nicaragua pueda servir de trampolín al ingreso de China a América Central. Ortega, al mismo tiempo que corteja las inversiones norteamericanas, ha coqueteado con los chinos —incluso fantaseó con la posibilidad de construir un nuevo canal en el istmo sobre territorio de Nicaragua.
En el cuadro de la guerra imperialista de la Otan-Ucrania, EE.UU. busca minar sobre todo la entrada de sus competidores en lo que siempre consideró su patio trasero
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