Salta: de la “cuestión de principios” al regateo de cargos

Escribe Marcelo Ramal

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Días atrás, el PO oficial, con la firma de Claudio del Plá, publicó un artículo que calificaba de “superficial” la “autocrítica del concejal Huerga”. Samuel Huerga, concejal de Política Obrera, había realizado un acuerdo con los bloques patronales del Concejo Deliberante de la ciudad de Orán, con el propósito de acceder a la presidencia de ese organismo por tres meses, durante el receso de verano, en modo rotativo con el resto de los bloques. Huerga había logrado que los comités de Política Obrera de Orán y de Salta aprobaran semejante política. La acción, más que oportunista al cuadrado, era infantil y desatinada. Enterada de esto, la dirección nacional de Política Obrera convocó a los comités y a Huerga para urgirlos a desandar el exabrupto y renunciar al cargo. Huerga, entre el temor al ridículo y la seguridad de que se convertiría en caudillo de la ciudad, se negó en forma rotunda. La aventura duró efectivamente el trimestre estival; cuando terminó, fue recogido por el MST. Nada irregular, porque el MST tiene aventuras peores que la protagonizada por Huerga. Ahora, bajo la bandería del FIT-U, pretende presentarse como candidato a Intendente. Nada irregular acá tampoco. La aspiración a esa candidatura ha venido acompañada de una “autocrítica”: probablemente me equivoqué, pero “fui echado de Política Obrera burocráticamente”.

El tema Huerga ha sido tomado ahora por Claudio del Pla, el líder del aparato del PO en Salta. Lo hace en función de otro propósito, que no es Huerga, sino arrebatar la candidatura a Gobernador por el FIT-U al mismo MST. Del Plá caracteriza a la autocrítica de Huerga como “superficial” y “poco seria”, y “que no explica cómo actuaría en circunstancias análogas”. Del Plá comete aquí un furcio de esquematismo, porque nadie sabe cómo actuaría en circunstancias análogas. Las llamadas “circunstancias” son siempre únicas y concretas; la capacidad política consiste en atraparlas y aprovecharlas. Lo que pide Del Plá es que Huerga le mienta. El partido de Del Plá votó por la ratificación del acuerdo Trump-Netanyahu, acerca del antisemitismo, en la legislatura porteña, y dieron el quorum a Capitanich para que apruebe el presupuesto y privatice el patrimonio público. Al lado de esto, lo de Huerga es un traspié propio del calor oranense. Del Plá no exige que Huerga renuncie a esa candidatura por incapacidad para asumir un liderazgo obrero y socialista. La pelea de Del Plá es con el MST por las candidaturas. Se hace en el contexto de una escandalosa onda de insultos dentro del FIT-U nacional, que ha llevado a Izquierda Socialista a una campaña pública “contra la división del FIT-U”. En Salta, la disputa no puede zanjarse mediante una interna porque el gobierno anuló las Paso, en 2021, con el acuerdo de todo el arco político, incluido Del Plá, a excepción de Política Obrera. El aparato nacional del PO descuenta que perdería en cualquier interna del FIT-U se haga donde se haga. Del Plá no tiene las cartas para apostar al desafío de una ruptura porque reivindique “la actuación del PO en las últimas décadas como principal fuerza de izquierda”.

Todo esto ha llevado a Del Plá a proponer, por medio de un comunicado, que se inscriba, en el departamento y la ciudad de Orán, una “lista a propuesta y decisión exclusiva del MST, con su personería, logo y candidatos”, que en esta condición separatista “adhiera a la lista provincial del FIT-U”. Disimular a Huerga en una lista ajena al FIT-U que adhiere al FIT-U. En realidad, sin embargo, el propósito es quitarle autoridad al MST. El problema ya no es Huerga y sus aventuras sino la disputa entre camarillas en el FIT-U. Del Plá quiere canjear el reconocimiento de una candidatura de Huerga por el reconocimiento de la suya para gobernador. En este entrevero no se distingue una sola idea al servicio de desarrollar la conciencia socialista de los trabajadores. Para ese desarrollo importan los principios, que no se pueden traficar por una presidencia estival solitaria en el Concejo Deliberante. Así están las cosas en el Frente que dice encarnar una alternativa para los trabajadores.

Este incidente entre el MST y el PO (O) implica también un balance final en torno de la “cuestión Huerga”. Después de pactar con los partidos patronales la presidencia del Concejo de Orán, Huerga dejó de pertenecer a Política Obrera. Como “presidente rotativo”, Huerga ha sido albergado – primero por el MST; ahora, por el aparato del PO, autorizando una lista disimulada en Orán.

El cierre de alianzas entre los bloques patronales de Salta está poblado de escándalos y bochornos políticos de toda índole. El FIT-U, sin embargo, les ha ganado a todos.

LEER MÁS:

El “capítulo Salta” del FIT-U Por Ignacio Montero, 05/02/2023.

Foffani ´des-miente´ a Altamira Publicado en Diario del Norte (Salta), el 22/9/22. Por Olga Céspedes, 23/09/2022.

El caso Huerga, una metáfora del FIT-U Por El Be, 15/08/2022.

El MST entra por la ventana al Concejo Deliberante de Orán Por Julio Quintana, 31/07/2022.

Suplemento sobre la crisis en Orán A continuación, publicamos los documentos que contienen el debate político desenvuelto en los correos internos 40, 41 y 42 de nuestra Tendencia, en torno de la crisis planteada en el Concejo de Orán. Publicado en políticaobrera.com el 17/12/2021.

Rechazamos la posición de Samuel Huerga en el Concejo de Orán Integración al estado. Por Mesa Nacional de Política Obrera, 17/12/2021.

Salta: el PO quedó fuera de la Legislatura después de veinte años El relato del aparato. Por Olga Céspedes, 26/11/2021.

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