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El domingo pasado se realizaron las PASO en siete municipios de Mendoza, en su mayoría gobernados por el peronismo. Es el caso de La Paz, Lavalle, Maipú, Santa Rosa, San Rafael y Tunuyán, donde el oficialismo resultó ganador, en un frente denominado “Elegi”. Sin embargo, sufrió una caída del 23 % de los votos con respecto a las elecciones del 2019.
En San Carlos, compitieron en listas separadas por la ruptura del oficialismo provincial de Juntos por el Cambio. La lista del actual gobernador Cornejo perdió frente a la respaldada por Omar de Marchi, quien gobierna el municipio. Cornejo festejó la sangría de votos del peronismo, pero lo cierto es que JxC también cayó con respecto al 2019 un 12 %.
Las elecciones estuvieron dominadas por estas dos fuerzas en retroceso. El “Frente libertario demócrata y jubilados”, de Milei, quedó en un lejano tercer puesto. El “Partido Verde” (ecologista) obtuvo resultados marginales en la mayoría de los municipios, aunque alcanzó el tercer lugar con el 22 % de los votos en San Carlos.
El abstencionismo fue considerable. Sólo votó un 61,7 % del padrón electoral. El voto en blanco llegó al 3 % y el voto nulo trepó al 8 % en Maipú y San Rafael. La población pasó de largo estas elecciones desdobladas. Los resultados, si bien favorecieron el triunfo de los oficialismos, desnudaron la crisis que atraviesan a nivel provincial y nacional.
FIT-U
El FIT-U retrocedió en todos los municipios en donde se presentó. Fueron a internas el PO oficial de un lado y el frente PTS-MST del otro, por diferencias en las candidaturas y rotaciones. En Maipú, ganó el PO oficial y fue el único municipio donde el FIT-U superó el proscriptivo piso del 3 %. En estas horas, el MST asegura que esto aún no fue confirmado por la junta electoral.
En este marcado retroceso, cada fuerza salió a destacar sus guarismos. El aparato del PO celebra que Mendoza “será la tierra de la izquierda que se planta” (sic), en alusión a su disputa con el PTS, a quien le asigna los votos de los barrios acomodados, mientras que el aparato del PO se atribuye los votos obreros. El frente PTS-MST, sin embargo, se impuso en los otros dos municipios donde compitieron.
El PTS, por su parte, señala que el escenario fue desfavorable para las llamadas “terceras fuerzas”, un podio compartido que se autoadjudica. Incluye, entre las dificultades, a la boleta única “que arrojó miles de votos impugnados, confusión y desconocimiento”.
La autoproclamación enceguece.
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