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El gobierno liberticida complementó la firma del “Pacto de Mayo” con el desfile militar más imponente desde la dictadura.
Unos 7.000 efectivos desfilaron por Avenida del Libertador. En el palco oficial se mostró la plana mayor del gobierno, incluida la vice, Victoria Villarruel, que la noche anterior había pegado el faltazo a Tucumán aduciendo una gripe. El único mandatario de otra fuerza que compartió espacio con Javier Milei fue Jorge Macri, el alcalde porteño, quien compite con Milei-Bullrich por la agenda represiva. Según las crónicas, en esta oportunidad, no se tocó el reclamo por la coparticipación de CABA que el primo Mauricio ventiló en las redes sociales la semana pasada.
Las Fuerzas Armadas sacaron a la calle todo su arsenal, que promedia los 40 años de antigüedad. Muchas piezas no son aptas para el combate, aunque algunos tanques TAM, de producción nacional, fueron modernizados con tecnología israelí de punta. La fábrica que los hizo, en cambio, fue desguasada en los años 90 por el gobierno de Menem, otro entusiasta de los desfiles militares, y reactivada posteriormente. Entre las 62 aeronaves que acompañaron el desfile, no se contaron los F-16 de fabricación estadounidense comprados a Dinamarca, porque comenzarían a llegar al país recién a partir del año que viene. A la obsolescencia del equipamiento militar, se le debe agregar el déficit de municiones “que limita el adiestramiento” (La Nación, 10/7).
Argentina no reúne condiciones para ir a ninguna guerra, pero el desfile de este 9 de Julio sirvió para escenificar el rabioso militarismo del gobierno Milei, alineado con la guerra internacional del Pentágono, en su condición de “aliado extra OTAN”. Entre el Tedeum en la Catedral y el desfile, Milei aprovechó unos minutos para ratificar que trasladará la embajada argentina en Israel de Tel Aviv a Jerusalén. Milei quiere convertirse en un baluarte del imperialismo y la derecha internacional, sin atender las contradicciones mortales que asoman en el panorama. Por caso, “su” candidato para la presidencia norteamericana, Donald Trump, es hostil a la OTAN y partidario de alguna variante de acuerdo con Putin para priorizar el avance sobre China. Detalles.
En horas de la mañana, Milei duplicó por decreto el presupuesto destinado a seguridad y defensa, priorizándolo por encima de otras áreas, cuando está cuestionada la supervivencia de 2 millones de jubilados que cobran el haber mínimo.
Cerca del palco, ayer, se vio una bandera de apoyo a los carapintadas, sin que nadie se perturbara. Entre los veteranos de Malvinas que encabezaron el desfile, se contaron militares acusados por torturar a los soldados durante la guerra. Los medios destacaron la emoción que embargaba a Villarruel, operadora de la ´familia militar´, que reclama el cese de los juicios por los crímenes de la dictadura y la excarcelación de todos los genocidas. Villarruel y Milei impostaron un ´acercamiento´, compartiendo comentarios y montándose en un tanque de guerra. Una semana atrás, en el Senado, la vice retuvo el pliego de seis militares entre 300 ascensos propuestos por el Ejecutivo que aprobó la Cámara. Uno de los pliegos retenidos por Villarruel es el del general Jorge Berredo, comandante de operaciones del Estado Mayor Conjunto, sospechado de "albertismo". El veto tendría el propósito de forzar su retiro. Entre la tropa cunde una gran insatisfacción por los salarios, que Massa había prometido equiparar con el de las demás fuerzas y Milei detuvo. A la vice le birlaron la conducción de seguridad y defensa, prometida durante la campaña, en favor de la fórmula perdidosa de Juntos por el Cambio. Las grietas se pueden observar en todo el edificio estatal.
En una columna publicada hoy en Clarín, un consultor se refiere al desfile como un “gesto” que habla de la “simbiosis liberal-nacionalista” del gobierno. Más correcto sería decir que recurre a la demagogia patriotera sin pudicia. En el discurso que pronunció en Tucumán, Milei habló del “compromiso de explotar nuestros recursos naturales”, de la mano de los pulpos mineros y petroleros favorecidos por el RIGI, contra los “ambientalistas financiados por millonarios extranjeros”. Se refirió también a la explotación de los recursos marítimos y a su apropiación “por potencias extranjeras”, en alusión a los buques pesqueros chinos que recorren el Atlántico Sur. Para defender la ´soberanía´ argentina, Milei se ha asociado a la IV Flota de los Estados Unidos. La criatura mileísta se inserta plenamente en la ´geopolítica´ del imperialismo.
El militarismo libertario tiene su complemento policial en el protocolo ´antipiquetes´ de Bullrich. Su propósito es erradicar la protesta y la huelga, un viejo anhelo de la oligarquía con olor a bosta.