Vaca Muerta: huelga de trabajadores jerárquicos y conciliación obligatoria

El miércoles 21 de agosto, los petroleros jerárquicos paralizaron la extracción de hidrocarburos en la cuenca más importante del país, Vaca Muerta, como parte de reclamos salariales a las compañías petroleras, que incluyen los descuentos salariales por el impuesto a las ganancias, reestablecido con la implementación de la Ley Bases y el paquete fiscal de Milei y el Congreso.

A poco de esta acción, el secretario general del Sindicato del Personal Jerárquico y Profesional del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Manuel Arévalo, así como había declarado el paro, acató la conciliación obligatoria dictada por el secretario de Trabajo, Julio Cordero.

La norma excluye del impuesto exclusivamente al “personal de pozo”, afectando al 50 o 60% del resto de los trabajadores de la industria. Algunos jerárquicos negociaron con las compañías, en forma individual, la devolución de la quita que les hace el gobierno por ganancias, pero no todos. La extracción de petróleo se paralizó porque los jerárquicos, supervisores y demás agentes de aprobación de los trabajos dejaron de habilitarlos con su firma.

El control de la patronal sobre la producción, que normalmente es ejercido a través de los jerárquicos, fue doblegado con la huelga, como manifestación del control obrero de la producción.

Impuesto a las ganancias: huelgas y conciliaciones, conflictos en proceso

A partir del cobro de los salarios a principios del mes de agosto, cientos de miles de trabajadores (los medios publicaron que serían 800.000 afectados) sufrieron una reducción de sus salarios por la reimplantación del impuesto a las ganancias a la 4ª categoría, el impuesto al salario, con el agravante de que se incluyen ítems como horas extras, viajes, y otros, para aumentar los descuentos El piso a partir del cual el Estado retiene parte del salario es de $1.800.000, por lo tanto, son los gremios con salarios por encima de ese valor -demasiado cercano a la canasta de pobreza, establecida en $900.000 en julio pasado- los que sufren descuentos. Los diferentes sindicatos petroleros fueron tomando medidas y negociando por su cuenta, ya que la CGT dejó pasar esto sin adoptar medidas de fuerza de conjunto.

Únicamente los petroleros que trabajan en los pozos han sido exceptuados del descuento, por negociaciones del secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Marcelo Rucci, con el gobierno por un lado y absorción de los descuentos por parte de los pulpos petroleros, por otro, anunciado frente a una multitud de obreros en Vaca Muerta. Los trabajadores de refinerías de petróleo y demás de la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles (FASiPeGyBio) también sufrieron el acatamiento de la conciliación obligatoria por parte de la federación, a muy poco de iniciar un paro por tiempo indeterminado. 6.000 trabajadores afiliados a estos sindicatos soportan quitas de más de $1.000.000, también los trabajadores petroleros de las bases, administrativos y jerárquicos de todo el país.

Otro gremio que inició un paro por salario y contra descuentos de ganancias es el de aceiteros, ahora también en conciliación. Hay decenas de miles de estos trabajadores que cobraron en agosto salarios menores.

Estas conciliaciones vencen todas a fin de mes, es decir que los trabajadores se enfrentarán a la decisión de poner en pie medidas huelguísticas de sus gremios y de conjunto para derrotar el hundimiento salarial.

No es el mismo panorama de los primeros meses de gobierno de Milei cuando frente a los paros, ni siquiera respondía con la conciliación. Ahora hay huelgas surgiendo, como la de docentes, las luchas salariales y contra los descuentos por ganancias pueden abrirse camino más allá de sus direcciones burocráticas y sus acatamientos.

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