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En estas páginas se destaca que el dato político más importante que arrojaron las PASO municipales de Mendoza fue la “victoria” de los oficialismos en el marco de un retroceso electoral que abarca a las principales coaliciones políticas burguesas, FdT y JxC.
En efecto, en el departamento de Tunuyán el peronismo retrocedió 23% respecto a las elecciones de 2019. JxC también perdió un caudal significativo de votos, aunque en menor proporción. La abstención osciló entre 23% y 40% del padrón electoral. El voto nulo y blanco en varios departamentos se instaló como “la tercera fuerza”. En el departamento de Maipú, por ejemplo, superó el 11%. Los candidatos de Milei, por su parte, no llegaron a los dos dígitos y en uno de los cuatro departamentos ni siquiera superó el piso.
FITU oculta su retroceso
En general, la prensa de izquierda referenciada en el FITU omite la victoria pírrica de los oficialismos en Mendoza. Su común denominador es ocultar que no pasaron las PASO en 6 de los 7 departamentos donde presentaron listas. El PTS, por ejemplo, aliado al MST para la ocasión, destaca que ganó las PASO en San Rafael y en Lavalle, por 70% a 30%, pero no dice que todo el FITU no llegó al 3% del piso electoral. En 2019, el FIT, sin el MST, tuvo una votación por encima del 4% y en 2015 superior al 7%. Este retroceso sistemático no es motivo de balance alguno. Las culpas son cargadas a una supuesta “polarización” y a los mayores recursos de los partidos patronales, como si no hubieran contado con ellos en el pasado.
Por su parte, el PO “oficial” dedica dos líneas para mencionar que “El Frente de Izquierda retrocedió electoralmente en todos los municipios”, lo que atribuye a una estrategia municipalista de los partidos patronales. El 90% de los caracteres del artículo enrostra al PTS y el MST que el único departamento donde el FITU superó el piso del 3% fue en Maipú, donde ganó las Paso. Reivindica que allí “se concentran los barrios populares, los cosechadores y gran parte de los obreros vitivinícolas”. La autodenominada “izquierda que se planta” disfruta del retroceso de sus adversarios del frente y de su propio retroceso.
Este cuadro de situación, en una provincia que le dio al FIT, sin el MST, el 14% de los votos en 2013, revela que no canaliza el interés de los trabajadores, en el marco de la crisis inflacionaria, ni tampoco de aquellos que pertenecen a las organizaciones sociales.
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