Escribe Mariano Hermida
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La Cámara de Diputados votó en contra de incluir en el temario de la sesión especial del martes 4 la devolución del FONID (Fondo de Incentivo Docente) que el gobierno nacional eliminó a principios de año. Se trata de una suma que cobraban los docentes por fuera del salario básico y que representaba alrededor de un 15% del salario de bolsillo.
Para lograr la inclusión en la sesión se debían obtener tres cuartos de los votos de los diputados. El resultado fue 122 afirmativos, 110 negativos y una abstención. Los votos negativos fueron de La Libertad Avanza, del PRO y del bloque “dialoguista” del peronismo liderado por Pichetto. El bloque de la UCR se partió y algunos votaron a favor, otros lo hicieron en contra. Tampoco prosperó una iniciativa para incorporar el financiamiento universitario, con resultados similares a la hora de la votación.
En las afueras del Congreso, CTERA -principal sindicato docente, dirigido por el kirchnerismo- realizaba una concentración marginal, con un puñado de dirigentes sindicales. La semana pasada la central había calificado como un “paso adelante” la aprobación del dictamen en la Comisión de Educación, sembrando expectativas entre la docencia de que era posible la devolución del FONID por la vía parlamentaria, pese a que Milei se cansó de anunciar que, en caso de pasar Diputados y Senadores, la vetaría. En Política Obrera caracterizamos que respondía a una maniobra dilatoria y que representaba una trampa para la docencia. Los hechos han sido categóricos.
Mientras CTERA montó esta pantomima de “plan de lucha”, no paró de seguir firmando paritarias miserables en las provincias. En Misiones, el levantamiento docente que continúa, fue contra el acuerdo inconsulto del gobernador y UDPM (sindicato de base de CTERA). No ha habido ningún tipo de acción nacional en apoyo a la lucha de los docentes misioneros, quienes plantean un aumento salarial del 100%.
El camino para recuperar la paritaria nacional y un salario mínimo acorde a la canasta familiar no será a través de lobbys parlamentarios, en un Congreso que se apresta a aprobar la Ley de Bases en el Senado, con nuevos ataques a la clase obrera. La burocracia sindical es la que más en claro lo tiene. Apela a la metodología de los paros aislados en el tiempo para bloquear cualquier tipo de iniciativa desde abajo.
Nuestra corriente (Tendencia Docente Clasista) impulsa un paro por tiempo indefinido, preparado por autoconvocatorias, asambleas y plenarios de delegados de escuelas con mandato de las bases.