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En diferentes entrevistas Julio Cordero, secretario de Trabajo, a cargo del programa Volver Al Trabajo, dice que hay una “respuesta muy positiva” en las inscripciones a la página Portal Empleo y que se está avanzando en “proporcionar oportunidades laborales”, además de la asistencia económica a los titulares. Tras la finalización del Potenciar Trabajo y su división en los programas Volver Al Trabajo y Acompañamiento Social, el primero quedó bajo la órbita de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, una de las dependencias de Capital Humano.
Según Cordero unos 600.000 titulares se inscribieron en los primeros 45 días del lanzamiento del portal web llamado Portal Empleo, uno de los requisitos pedidos por el gobierno para que el titular pudiera asegurar la continuidad del cobro de unos miserables $78.000. Previo a esto los titulares de ambos planes sociales pasaron por un proceso de bajas masivas por “incompatibilidades”, como los viajes al exterior donde se discriminó a los inmigrantes.
El secretario ve en esta actualización de datos rutinaria "un cambio cultural donde los beneficiarios de programas sociales están activamente buscando mejorar sus competencias laborales”; agregó que ofrecen "cursos de formación laboral en todo el país para adquirir habilidades técnicas", donde “muchos beneficiarios mostraron un gran interés en áreas como gastronomía, turismo y textil”, y que “se permite a los beneficiarios de programas sociales trabajar y registrarse percibiendo un ingreso de hasta tres salarios mínimos”, nada diferente a los esquemas de Empalme de gobiernos anteriores.
¿Pero de qué habla Julio Cordero al proclamar el éxito de su portal laboral? Aunque es cierto que la falta de trabajo y la esperanza de encontrar una salida laboral genera en los barrios mucho interés, la realidad es que los titulares de los planes sociales tienen al día sus datos y pueden asegurar el registro en los portales no gracias al ministro, sino al registro elaborado por las organizaciones sociales.
Un 76 % de los 1.012.356 beneficiarios que han ingresado al portal oficial cargaron sus curriculum para acceder a los cursos de formación o ser citados. Los funcionarios que consideran esto parte de un firme paso para salir del asistencialismo y la intermediación no toman en cuenta que, al momento, los titulares citados a hacer un curso se cuentan con los dedos y menos aun los que tuvieron una oferta de trabajo. Cordero en sus entrevistas anuncia humo.
El límite de 2 años y las capacitaciones
En el Potenciar Trabajo solo el 1,3 % lograba un empleo formal, incluso en conjunción con los esquemas de la economía popular de Grabois. En ese sentido, sostuvo Cordero, “la persona tenía que brindar una contraprestación que era en función de un servicio que brindaba como cortar el pasto en un municipio o participar de alguna actividad productiva y quien certificaba esa contraprestación eran las organizaciones sociales”. Sin embargo, hoy en municipios y gobernaciones, planes sociales complementados con sueldos miserables son parte de las cuadrillas que trabajan en los parques, con los residuos y en la limpieza de establecimientos.
Sobre la cuestión de las capacitaciones, habla de un relevamiento de las actividades con mejor salida laboral y el diseño de módulos con lo brindado por cámaras empresarias, fundaciones, sindicatos, ONGs y municipios. Esta formación sería fiscalizada territorialmente: “los sectores productivos por cada región, si tienen capacidad ociosa y pueden incorporar gente”. Esto tampoco se verifica, ya que los cursos que se ofrecen en el portal son un refrito de lo que ya ofrecían en la gestión anterior del ministerio y de lo que sus filiales tienen a través de las cámaras empresarias.
Llamativamente uno de los sectores apuntados para la formación es la industria metalúrgica, que se encuentra en un parate de la producción. Está lejos la incorporación de nuevos trabajadores, aunque tengan el aliciente del plan social incorporado como subsidio a la patronal. Lo mismo podemos decir de muchos de los cursos fomentados por Capital Humano como la mecánica, la construcción, el textil e indumentaria, todas industrias golpeadas por la depresión económica.
La propaganda del secretario no se ajusta a la realidad. Las listas de empleo son utilizadas para reemplazar a trabajadores bajo convenio por personal bajo la modalidad de trabajo precario. Es lo que están haciendo las patronales del Neumático.
Sumado a esto los diagnósticos privados sobre el impacto de la recesión desmienten, de nuevo, la 'primavera laboral' de Julio Cordero. Según la UCA los trabajadores perdieron un 20 % del poder adquisitivo en el año, donde en la comparativa con el 2023 (un año malo) los índices socioeconómicos muestran una caída sostenida, en que el mayor deterioro se encuentra en los hogares dependientes de ayudas sociales y del trabajo informal, con un regresivo crecimiento de la desigualdad de ingresos.
En algunas familias la caída es hasta del 30 %, o sea, la suma de ingresos laborales y no-laborales no compensan el aumento de la canasta básica. El bajón sigue respecto al salario medio que pasó de $451.888 a $361.445 en la comparativa del primer trimestre del 2023 con el del 2024. Para aquellos que tienen trabajo en el extracto del 20 % más bajo, la precarización ascendió al 80 %, otro dato preocupante que muestra una complicidad sindical.
Para el INDEC la mayoría de las empresas no tiene perspectiva de tomar trabajadores y por ejemplo en el sector automotriz crecen las suspensiones. Esto lleva un aumento de la pobreza al 55 % y un desempleo que llegó al 7,7 % en este primer trimestre, con estimaciones privadas que ya lo colocan en el 9 %, unos 2 millones de desocupados plenos.