Escribe Mariano Hermida
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En la última reunión paritaria con los sindicatos provinciales docentes, el gobernador Kicillof expresó que tiene "dificultades económicas" y no realizó ninguna oferta salarial. Los gremios 'aceptaron las disculpas' y se fueron con las manos vacías. Es más, lo felicitaron. En un comunicado señalaron: "valoramos el compromiso del Gobernador de mantener la convocatoria al diálogo" (9/10). "Planteamos el requerimiento de recuperación del poder adquisitivo del salario tomando como base de cálculo el mes de septiembre, así como la mejora progresiva de la relación básico-bolsillo", finaliza el mismo texto. Pero en ningún momento brindan cifras concretas. Las reuniones se han desarrollado todo el año sin mandato de la docencia que fije en asambleas el reclamo salarial.
"Dificultades económicas" son, en realidad, las que atravesamos los docentes, que venimos de percibir dos miserables aumentos en cuotas (4,5 % en agosto y 4 % septiembre). En la actualidad, según el Calculador de Haberes de SUTEBA, una maestra de grado que recién se inicia está cobrando $223.000 de salario básico y, sumando cifras no remunerativas, llega a los $514.000. En el caso del cargo para el profesor de nivel secundario (10 módulos) que recién inicia se encuentra en los $212.000 de básico y $345.000 de bolsillo. Son salarios de pobreza e indigencia que obligan a llenarse de cargos y módulos (super explotación laboral) como nunca antes se ha visto en el gremio docente. La acumulación de cursos y grados obliga a la docencia a dejar en las aulas un esfuerzo físico y mental que termina en situaciones de colapso psíquico. Sumado a las tareas didácticas que se realizan en el hogar (corrección, planificación,elaboración de proyectos,etc), el tiempo libre del que se dispone para estar con la familia o realizar proyectos personales es prácticamente nulo. La precarización del trabajo docente ha llegado muy lejos. Pese a este cuadro de derrumbe salarial y de condiciones de trabajo, Baradel, el secretario general de SUTEBA, ha declarado en medios radiales que "no observa motivos" para realizar una huelga en la Provincia de Buenos Aires. En realidad la lista Celeste que conduce SUTEBA ya ha largado la campaña electoral del peronismo para el 2025. En las últimas reuniones de delegados han llamado a "votar bien" el año entrante para que los diputados electos defiendan los derechos de la docencia, cuando el Congreso y las legislaturas colaboran cotidianamente con los planes antiobreros de Milei.
Por otro lado, el gobierno provincial está atacando fuertemente el uso de licencias médicas. No respeta los certificados que presentan los docentes. Ha establecido una tabla con las patologías y la cantidad de horas de reposo de manera unilateral. La obra social (IOMA) está siendo vaciada sistemáticamente y conseguir un turno es cada vez más difícil.
Fue en este cuadro que la docencia bonaerense se adhirió masivamente al paro nacional del 2 de octubre, que CTERA convocó aisladamente para descomprimir. En este punto, el paro no se tradujo en una presencia masiva en las calles, pero refleja un estado de ánimo cada vez más intolerable ante la pulverización del salario, el ajuste y la precariedad laboral.
Para dar continuidad a esta tendencia, es que nuestra corriente, Tendencia Docente Clasista, impulsa unir a la docencia con la lucha universitaria y con el paro nacional convocado para este 17 de octubre. Confluir con nuestra agenda de reclamos junto a la rebelión estudiantil-docente que recorre más de 60 universidades del país, en una huelga general educativa. Promovemos parar desde las seccionales Multicolores el jueves 17, en función de esta estrategia.
A su vez, las seccionales Multicolores (Bahía Blanca, Tigre y Marcos Paz) han convocado a un plenario provincial de delegados para el viernes 18, con una propuesta de mandato que plantea determinar una jornada de protesta -con o sin paro- para fines de octubre o principios de noviembre. La conducción de Bahía Blanca ha adelantado que rechaza convocar a un paro, alegando los descuentos de Kicillof y el aislamiento de Baradel. A estas vacilaciones, se suman las reiterativas exigencias de un “plan de lucha” a Baradel.
De nuestra parte, llamamos a la docencia a impulsar un nuevo paro provincial que sea parte de un plan de lucha de conjunto, por aumento salarial, para defender las conquistas del Estatuto del Docente, el regimen de licencias, nuestro regimen previsional; para poner fin al vaciamiento de IOMA y en contra del nuevo régimen académico anunciado para el 2025, que traerá mayor precarizacion laboral y educativa. Debe ser preparado con una campaña en regla por el paro y asambleas docentes que lo impulsen y lleven a cabo en forma activa.